El Gobierno tucumano está lejos de transitar en paz la instancia post a la suspensión de los comicios. A las protestas de los médicos por bajos salarios, carencia de insumos y pésimas condiciones laborales, se le sumaron los docentes, tanto estatales como privados.
Si esto fuese una carrera, el vehículo tripulado por el binomio Juan Manzur y Osvaldo Jaldo, podrá llegar a la meta con un coche plagado de abolladuras. La sensación que deja este Gobierno es justamente esa: llegar al final a como dé lugar. Ganar las elecciones a cualquier costo, soportando los reclamos sociales que se acumulen en el camino. Hoy, la prioridad es destinar los fondos públicos a todo el aparato electoral. Los salarios para educación y salud pueden esperar.

La particularidad de las recientes medidas de fuerza de los educadores (realizaron esta semana un paro por 48 horas y prometen repetirlo en los próximos días) fue su enorme adhesión. Prácticamente todos los gremios locales plantaron cara al gobernador y candidato a vice, Juan Manzur. Fueron dos días de aulas vacías tanto en nivel primario como secundario, incluidos los privados. El mensaje de rechazo al Gobierno fue elocuente.
Pese a que desde el Poder Ejecutivo acusen a los educadores de “oportunistas” por el momento elegido para realizar la protesta, lo concentro es que, desde los gremios, denuncian que cobran salarios por debajo del índice de la pobreza, el cual fue de 164 mil pesos en marzo y del ingreso mínimo salarial que quedó en 128 mil.

“Con la inflación absolutamente disparada, todos los acuerdos paritarios quedaron por debajo. Esperemos que el Gobierno entienda esto”, afirmó Raquel Grassino, de Docentes Autoconvocados. De no haber respuestas, se vienen nuevas movilizaciones frente a Casa de Gobierno.
En este contexto, otra figura que quedó muy discutida es la del ministro de Educación provincial, Juan Pablo Lichtmajer. Junto al reclamo salarial, al candidato a legislador manzurista se lo cuestiona hace bastante por el estado edilicio de los establecimientos y el escaso interés mostrado para avanzar en otro reclamo clave del sector: la titularización de cientos de docentes.
Si la bronca docente ya era intensa, el candidato a gobernador, Osvaldo Jaldo, hizo todo lo posible por potenciarla aún más. Sin ánimos de acercar posturas, el vicegobernador afirmó que el paro docente “hace mucho daño a la educación, a nuestros niños y jóvenes”.