El programa Precios Justos también comenzó a regir para diversos cortes de carne, con rebajas de hasta 30% por kilo. La medida política ideada por el ministro de Economía, Sergio Massa, busca “pisar” los precios para volver a incentivar el consumo, y además, continuar pisando los índices inflacionarios.
La implementación de la medida regirá hasta el 31 de marzo e incluye un máximo de precios en siete cortes seleccionados: Asado ($1.031) por kilo; nalga ($1.375); matambre ($1.310); vacío ($1.351); falda ($675); paleta ($1.113) y tapa de asado ($1.035).
Pero, lejos de regocijarse por la vuelta del tan esperado “asadito”, la respuesta de los consumidores no fue la esperada. Las quejas de los usuarios no tardaron en llegar cuando vieron las bandejas de “carne” en las góndolas: “es una vergüenza, es grasa nomás”, reclamó un usuario en redes.
“Qué triste que en un país ganadero como el nuestro tengan que impulsar estas medidas de consumo. La solución no es el control de precios, eso nunca sirvió”, reclamó el usuario @eduGM67 vía Twitter. “¿Por qué no vas con el changuito y la guita que ibas a comprar en la macrisis? Hoy metes un artículo en el chango con ese dinero y es mucho”, protestó otro.
Las críticas contra el programa se vienen sumando desde la implementación del mismo, pero en las últimas semanas los consumidores se percataron de la baja calidad de los cortes de carne que el Gobierno promociona. “¿Será este el mismo asado que come Sergio Massa?“, se preguntaron algunos viendo las fotos de lo que se supone es “asado”. “Esto no se lo doy ni a los perros”, reclamó otro.
“Grasas por los precios justos, Alberto y Cristina. Muchas grasas”, bromeó otro. A pesar de la baja calidad de los cortes, la poca capacidad adquisitiva ha generado que las ventas en las carnicerías se triplicaran desde la implementación del programa y algunas que quedaron fuera buscan inscribirse para recibir los descuentos y reintegros que AFIP ofrece.