Axel Kicillof resolvió concentrar el manejo de todas las policías locales, para enfrentar los aspectos más delicados que puedan surgir por la aplicación de la drástica cuarentena que dispuso el gobierno nacional. La medida incrementó la tensión entre el gobernador y los intendentes que había tenido un pico días atrás cuando -a través de una resolución de la Superintendencia de la Policía Local- el Ministerio de Seguridad instó a todos los efectivos a dejar de responder directivas locales.
La resolución es el primer instructivo de la cartera de Sergio Berni al personal de la Policía Local en el marco de la emergencia por la pandemia de coronavirus.
El punto que generó malestar con los intendentes es el 5 donde se dispone “Suspender las colaboraciones a los municipios en todas sus variantes”. Aunque agrega que de ser “sumamente” necesario deberá solicitarse autorización al mando superior.
Para los alcaldes, la resolución fue un golpe toda vez que los deja sin los efectivos y patrulleros que solían coordinar los secretarios de Seguridad de los municipios. Pero además, esto ocurre en un momento en que los intendentes consideran indispensable establecer controles en los accesos a los distritos. Algo que avalan incluso desde el propio gobierno de la provincia, pero aclarando que no tolerarán que se bloqueen como hizo Ezeiza y otros municipios.
Los intendentes vieron el decreto al día siguiente de una reunión con el Gobernador en La Plata, en las horas previas a que Alberto Fernández anunciara el confinamiento preventivo obligatorio. Allí, le habían planteado a Kicillof que les preocupaba la inseguridad en los distritos del Conurbano, en particular con el impacto social de la medida extraordinaria en los sectores más vulnerables. Una preocupación que Kicillof comparte.
Berni contestó al día siguiente en una conferencia de prensa en el Ministerio de Seguridad. “Los efectivos responden ahora solo al jefe de la fuerza, porque así lo amerita la situación”, dijo.
La Policía Local fue creada por Daniel Scioli en su último tramo al frente de la provincia de Buenos Aires y en el marco de su campaña para la presidencia. El entonces candidato proyectaba cerrar su gestión con 18 mil policías locales. Cuando María Eugenia Vidal llegó al poder, los cuestionamientos sobre esa fuerza fueron lapidarios, en particular por los escasos meses de formación con los que contaban los efectivos.
Durante el primer año de gestión de Vidal los intendentes tuvieron una fuerte pulseada con Cristian Ritondo para ganar poder de control sobre la Policía Local. Luego de algunos roces, hubo concesiones de las dos partes y los alcaldes retuvieron cierto control de efectivos locales para operativos locales.
En tanto, desde diciembre de 2019 los intendentes vienen dando una pelea subterránea con el gobierno de Kicillof por el control de una porción de efectivos de la Policía Local. Los alcaldes ven que con los años pierden poder sobre las patrullas.
Esa última porción que les quedaba les fue sustraída de plano a través de la resolución de la Superintendencia de la Policía Local. Según confían a La Política Online fuentes del ministerio, Berni tuvo en mente desde que llegó recuperar el poder total de la Policía Local. No era una cuestión en particular con los intendentes, sino que su formación militar lo lleva a trabajar con un mando unificado y eso implica que el 100% de los efectivos respondan directamente al jefe de La Bonaerense.
Ese razonamiento se imponía en el ministerio en los primeros tres meses de gestión y claramente se exacerbó durante la emergencia originada por la pandemia mundial de coronavirus.
“En muchos distritos y en situaciones normales el intendente tiene cierta injerencia radial sobre los policiás en la cadena de comando, pero en una situación como la que atravesamos, el mando es unipersonal”, aseguró el ministro el primer día de confinamiento obligatorio.
*Fuente: La Política Online