El escenario electoral en la provincia de Buenos Aires sufre constantes cambios, fundamentalmente en el armado del Frente de Todos, donde los vaivenes y los nombres que se animarían a desafiar a Axel Kicillof en una interna fueron apareciendo conforme pasa el tiempo. Cuando parecía que el gobernador iba a ser el único candidato, salió a la luz una retadora dispuesta a subirse al ring.
Anteriormente, quien aparecía en la órbita era el actual jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, que con el impulso de los intendentes del Conurbano buscaba quedarse con el sillón de Kicillof. Aunque en principio sin enfrentarlo. En ese caso, el objetivo era que el mandatario bonaerense tenga una salida hacia arriba y dejará el cupo vacante.
Pero para que ello suceda, dependía de lo que sucediera a nivel nacional. En ese marco, el tablero volvió a sufrir un cimbronazo con la confirmación de que Alberto Fernández desistió de su postulación, algo que, si bien se caía de maduro, produjo lógicas modificaciones en la estrategia. Todavía resta saber si Cristina Fernández de Kirchner se mantendrá firme en su postura.
De esta manera, en el oficialismo seguramente bajarán y darán de nuevo. Aún con pocas cartas fuertes, sumado a una situación económica por demás delicada, el Frente de Todos deberá encontrar nombres que rompan la estructura para poder acceder a un triunfo que en la actualidad aparece por demás quimérico, salvo un cambio de rumbo de 180 grados.
En el territorio bonaerense la situación es diferente, a pesar de que la gestión de Kicillof tuvo un sinfín de altibajos, sobre todo desde el principio, en los últimos meses logró un cierto acomodo. Es por ello que sobra confianza de que puede renovar su mandato, aferrándose a la idea de que no hay ballotage en la provincia y el resto de las fuerzas se sacarán votos entre sí.
Pero, en las últimas semanas, comenzó a correr un rumor que sacudió la modorra y encendió las alarmas en el entorno más cercano al gobernador. Resulta que, ante la renuncia de Alberto de ir por una reelección, el espacio intentará mantenerse con vida antes de desaparecer sin poder conformarse como un movimiento con peso propio.
Es por ello que, con el presidente fuera de la pelea, la idea sería competir en la provincia y el nombre para hacerlo es el de la actual ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, quién en el 2021 supo recorrer varios distritos en los comicios en los que encabezó la boleta para diputados nacionales y los que sufrió una durísima derrota contra Diego Santilli, que había cruzado la General Paz.
Pensando en ponerle un freno al kirchnerismo, Tolosa Paz está dispuesta a jugar una interna contra su propio espacio, a pesar de que justamente se encuentra gobernando. De esta forma, con un plenario en Ensenada, dará el puntapié inicial para la carrera en la que intentará ser parte de una PASO en el Frente de Todos, algo que no cayó muy bien en el oficialismo.
Obviamente, esta estrategia también puede esconder un costado de negociación, y ante la posibilidad de que siga firme con su candidatura, a último momento podría bajarse y acceder a la vicegobernación. Pero, para que eso suceda, deberá luchar junto a Verónica Magario, quién representa al distrito más populoso del territorio bonaerense y como ex jefa comunal arrastra un enorme caudal de votos que la ministra no tiene.
Fue ella misma quien, tras ser consultada sobre la posibilidad de integrar la fórmula, aseguró que “todavía la estrategia no está cerrada. Me imagino siempre trabajando con Axel Kicillof, que es el gobernador. Milité para que llegara y acompañé en la elección intermedia. Siempre lo voy a acompañar, en cualquier escenario. Voy a acompañarlo en su reelección o después de atravesar un proceso de una PASO”.