El Gobierno de Alberto Fernández se sumó a un comunicado en conjunto con los presidentes latinoamericanos, Andrés Manuel López Obrador; Gustavo Petro y Luis Arce, en el que expresaron su “profunda preocupación por la remoción y detención” de Pedro Castillo. En ese sentido pidieron su restitución al poder, lo que va en contra del avance del Congreso del Perú que logró removerlo luego de que este intentara realizar un autogolpe.
Este pedido por parte de la Cancillería Argentina va en contra de su propio anuncio lanzando el día de la remoción de Castillo. El 7 de diciembre, desde la cartera que lidera Santiago Cafiero, lamentaron los hechos y pidieron priorizar el estado de derecho y el orden constitucional.
Pero este lunes, los líderes de izquierda ubicaron a Castillo en una posición de víctima y denunciaron que sufrió “un antidemocrático hostigamiento” desde que asumió como jefe de estado.
Inicia el comunicado: “Los gobiernos de la República Argentina, la República de Colombia, de los Estados Unidos Mexicanos y del Estado Plurinacional de Bolivia expresan su profunda preocupación por los recientes sucesos que resultaron en la remoción y detención de José Pedro Castillo Terrones, presidente de la República del Perú”.
"Para el mundo no es novedad que el presidente Castillo Terrones, desde el día de su elección, fue víctima de un antidemocrático hostigamiento, violatorio del artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, “Pacto de Costa Rica”, aprobada el 22 de noviembre de 1969, para luego ser objeto de un tratamiento judicial de la misma manera violatorio del artículo 25 de la mencionada convención".
De esta forma, los presidentes solicitan a los "actores involucrados" que hagan efectiva la restitución de Castillo, dado que fue la elección popular y debe respetarse "la voluntad ciudadana que se pronunció en las urnas".