La obra fue anunciada entre bombos y platillos hace 7 años atrás, cuando Juan Manuel Urtubey era el gobernador de la provincia de Salta y Daniel Segura el intendente de la localidad de General Güemes. Durante todo este tiempo la obra paso por distintas etapas y fases donde los ciudadanos güemenses fueron endulzados con que la terminal iba a posicionar al departamento salteño en un lugar de privilegio.
Todo comenzó en el 2013, cuando la provincia anunció el inicio de obras en conjunto con la municipalidad a través de la secretaria de Obras Públicas. Para el trabajo se estimó una inversión de $4.615.458,82 para la construcción de boleterías, depósitos, dársenas y núcleos sanitarios.
La obra no avanzó según lo estipulado (Se esperaba que la obra finalice antes del 2018) y en 2017 el arquitecto a cargo de la obra Alejandro Núñez dio la explicación de la demora: “Se trata de mi segundo proyecto de esta terminal; el primero que presenté comenzó a construirse, pero por distintos motivos ajenos a mi quedaron inconclusas y acordamos que algunas modificaciones se adapten al nuevo proyecto y a un nuevo presupuesto”.
En el 2020 con una obra sin señales de finalizar, el actual gobernador Gustavo Sáenz junto al ministro de Transporte de la Nación Mario Meoni, anunciaron paradójicamente, la nueva construcción de la terminal aludiendo “una necesidad histórica y un compromiso del gobernador Sáenz en campaña”.
Pasaron dos años desde el anuncio de Gustavo Sáenz y como dice el refrán “las palabras se las lleva el viento” la obra jamás se concluyó y hoy luego de tres semanas de trabajo, la terminal inconclusa comenzó a ser desmantelada y si bien no hay una certeza del valor por unidad del material que está siendo recuperado, se sabe que solo en la colocación de los techos y la construcción de la plataforma para los colectivos del primer proyecto de terminal, que se encontraba en pleno desarrollo siete años atrás, ya se habían invertido 8 millones de pesos en lo que representaba un 40% de avance de obra, antes que se viera paralizada por falta de fondos. Este monto, de acuerdo a los valores actualizados, hoy podría superar los 30 millones de pesos.
Ahora los trabajos se centran en dejar el predio totalmente limpio y recuperar la mayor cantidad de material posible ya que todo lo que fue construido no encaja con el nuevo proyecto y es por eso que se hizo necesario entonces que todo fuera desmantelado y demolido para que, de una vez por todas, se lleve a cabo la construcción de la tan anunciada terminal.