Se trata de la mayor reducción de impuestos que ha habido en el Reino Unido desde 1972, es decir hace 50 años. El plan fue introducido por la nueva Primer Ministro de carácter conservador Liz Truss, quien lo anunció afirmando que los avances serán paulatinos, de aquí a 5 años, pero llegarán aproximadamente a los 50 millones de euros.
El Ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, dijo que se incluirán rebajas en los impuestos a la renta y a las cotizaciones sociales, como la Seguridad Social, la cual iba a aumentar 1,25 puntos porcentuales antes de esta nueva medida implementada. Otro dato no menor tiene que ver con la ayuda que el gobierno dará para afrontar los costos de las facturas energéticas, las cuales han incrementado considerablemente en Europea a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania. Dicha situación ha causado conflictos en el continente por la falta de traslado de gas a distintos países y los intereses económicos particulares de cada uno.
Esta abrupta medida nace para combatir la posible recesión que podría afrontar el Reino Unido luego de la salida de la Unión Europea (Brexit), la post-pandemia y la guerra vigente entre Rusia y Ucrania. Se han bajado los impuestos en el salario básico de un 20% a un 19%, y para quienes ganan entre 145 y 160 mil dólares anuales la baja va de un 45% a un 40%.
Se remueve a su vez el techo a los bonus de los banqueros y se quita totalmente la carga impositiva a las empresas que se muevan hacia uno de los 38 distritos más humildes durante un año para fomentar el comercio en las zonas más carenciadas, sin dudas esta última es una de las medidas más novedosas introducidas hasta el momento por Truss.