La portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, sostuvo este jueves que la reducción de los créditos presupuestarios en salud y educación establecida hace tres semanas no constituye un ajuste, sino un “mejor ordenamiento fiscal” de gastos que no estaba previsto ejecutar en el curso de este año sino en 2023, y descartó que esa medida se traduzca en recortes en las áreas de salud o educación.

Cerruti se refirió de esa manera a la decisión administrativa 826/2022 de la Jefatura de Gabinete, publicada el 22 de agosto en el Boletín Oficial, con la que se dispuso el reordenamiento de créditos presupuestarios por $ 210.000 millones. Todo el “ordenamiento fiscal” nace del compromiso del Gobierno con el FMI a cerrar el 2022 con un déficit anual primario del 2,5% del PBI. Esto lleva a tener que establecer cortes y reestructuraciones de financiamiento a sectores del aparato político.

“En todos los casos, las rebajas propuestas representan una reducción parcial de los créditos sub ejecutados a la fecha, con el fin de no provocar daños ni ajustes a las políticas públicas prioritarias de cada Ministerio”, afirmó el Palacio de Hacienda.




