La inflación de septiembre alcanzó el 3,5%, la cifra más baja desde noviembre de 2021, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Este dato representa una notable desaceleración frente al 4,2% registrado en agosto, rompiendo el piso del 4% que se venía observando desde mayo de este año. En los primeros nueve meses de 2024, la inflación acumulada ya llega al 101,6%, mientras que el incremento interanual es del 209%.
La baja fue celebrada por el presidente Javier Milei, quien en sus redes sociales destacó que esta desaceleración se logró sin recurrir a medidas extremas como el control de precios o la fijación del tipo de cambio. “La inflación está bajando de manera genuina”, afirmó, en un mensaje dirigido a sus seguidores. El ministro de Economía, Luis Caputo, también expresó su optimismo, señalando que el proceso de desinflación continúa, respaldado por la “ortodoxia fiscal y monetaria” implementada por el gobierno.
El descenso en la inflación de septiembre se atribuye a varios factores. Entre los principales se encuentran la caída del consumo en sectores masivos, la estabilidad del tipo de cambio y la reducción del Impuesto PAIS sobre las importaciones de bienes y fletes, que fue implementada a comienzos del mes. Estas medidas, según los analistas, contribuyeron a la reducción de los precios de productos importados.
Consultoras privadas ya habían anticipado esta baja, proyectando una inflación de entre 3% y 3,8%. Entre ellas, la consultora C&T señaló que los datos recogidos en el Gran Buenos Aires mostraban una moderación de los precios, impulsada por menores ajustes en tarifas y una reducción en el costo de algunos alimentos, como verduras y bebidas alcohólicas.
SECTORES CON MAYORES SUBAS Y BAJAS
Dentro del informe del INDEC, el rubro Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles fue el que más aumentó en septiembre, con un alza del 7,3%, debido principalmente a las subas en tarifas y alquileres. Le siguió el sector de Prendas de vestir y calzado, que registró un aumento del 6% por el cambio de temporada.
Por otro lado, Alimentos y bebidas, el rubro con mayor impacto en el bolsillo de los argentinos, registró un alza del 2,3%, un porcentaje significativamente menor que el promedio general. Este rubro incluye aumentos moderados en productos esenciales como carne, pan y lácteos. La Canasta Básica Total, que determina el umbral de la pobreza, subió un 2,6%, mientras que la Canasta Básica Alimentaria, usada para medir la indigencia, aumentó solo un 1,7%.
PROYECCIONES PARA OCTUBRE
Aunque la cifra de septiembre trae un alivio, los analistas prevén que la inflación podría mantenerse en niveles similares durante el mes de octubre, debido a los aumentos programados en tarifas de servicios públicos. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central proyecta una inflación del 3,4% para el próximo mes, aunque consultoras privadas (como Libertad y Progreso) señalan que podría estar más cerca del 3%.
El proceso de desinflación sigue siendo el principal objetivo del gobierno de Javier Milei, quien ha vinculado el fin de los controles cambiarios con la estabilización del índice inflacionario. No obstante, las proyecciones a largo plazo muestran que los desafíos persisten. El REM estima una inflación del 35% para 2025, casi el doble de lo que anticipa el gobierno en el proyecto de Ley de Presupuesto.
La inflación núcleo, que excluye los precios regulados y factores estacionales, también mostró una baja, ubicándose en el 3,3% en septiembre. Esto sugiere que la desaceleración podría continuar en los próximos meses, aunque el ritmo dependerá de la evolución de las tarifas de servicios y del comportamiento del dólar en los mercados financieros.
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