El reperfilamiento del bono dual metió ruido en el mercado y un susto en las provincias. Cada señal de complicaciones con la deuda nacional, las deja más lejos de la posibilidad de financiarse en el mercado local y más cerca de la necesidad de echar mano a recursos de última instancia para afrontar los salarios de los estatales.
La palabra “cuasimonedas” ya había aparecido en diciembre, cuando los gobernadores pedían más flexibilidad que la que les daba la Ley de Responsabilidad Fiscal porque la inflación con cláusula gatillo y la caída de la recaudación había descalabrado los presupuestos. Pero ahora los gobernadores la evitan para resguardar el “período de gracia” de cada mandato: “Hay que esperar a ver cómo avanza el presidente primero. Está todo parado por el tema de la deuda. Vamos a evitar llegar a medidas de última instancia hasta tanto. Seguramente los aumentos salariales van a tener que ser muy magros”, dijo a La Política Online un jefe de gabinete provincial que prefirió no exponer su nombre.
“Por ahora estamos cerrando con lo justo, pero no tenemos recursos ni para comprar una ambulancia, ni para una calle de asfalto. Estamos con mano de hierro con el gasto hasta que se resuelva lo de la deuda nacional, pero nos preocupa mucho la cuestión salarial porque en marzo o abril vamos a tener que llegar a un acuerdo y no hay dinero para más. Se lo sintetizo así: si lo de la deuda se complica, si la Nación se resfría, a nosotros nos da una pulmonía. No descartamos emitir cuasimonedas, la posibilidad siempre está, pero es el último recurso“, dijo el jefe de gabinete consultado.
El caso de su provincia es de los más holgados. Con la ley de Responsabilidad Fiscal quedaron con las cuentas equilibradas y con su flexibilización tienen todavía margen para emitir alguna Letra en el mercado local, previa autorización de Martín Guzmán.
Pero no es la situación de todas. Por ejemplo, Alberto Fernández le giró $1.000 millones a Arcioni para que terminara de pagar los salarios de diciembre el mes pasado y además la semana pasado lo autorizó a emitir solo $800 millones de los que necesitaba para cubrir los salarios de enero (y que se concretó la semana pasada con bancos locales).
Sin embargo, el gobernador le había pedido a la Nación permiso para emitir $2.500 millones con los que cubrir los salarios de enero y algunos pagos atrasados. Sin financiamiento, asoma la necesidad de extremar el ajuste vía inflación o de recurrir a emisiones propias.
Por ende, el alivio será breve: el financiamiento va a resultarle escaso y más porque recién este último jueves terminó de pagar los sueldos de diciembre. Cada mes la provincia debe afrontar $6.000 millones de sueldos. Y no es la única con dificultades para pagarles a sus trabajadores.
Tucumán también enfrenta desafíos para el pago de los salarios. Por eso, fue una de las primeras en suspender, donde le fuera posible, la aplicación de la cláusula gatillo -y Córdoba hizo lo mismo. Los docentes, por esto, convocaron a una marcha para mañana jueves. Mientras tanto, los estatales tucumanos siguen cobrando el sueldo en dos etapas, una primera por el 20% y el resto comienza una semana después. Por ejemplo, los maestros de establecimientos públicos de gestión privada recién cobrarán el salario de enero el 14 de febrero.
Y el efecto va en cascada: en todo el país los municipios están pidiendo asistencia a las provincias para poder pagar los sueldos de los municipales. Por ejemplo, San Juan ya adelantó recursos para que llegaran a pagar los salarios. San Juan y Mendoza también propusieron alternativas a la cláusula gatillo, pero no incumplieron unilateralmente lo pactado en la paritaria 2019.
Sin posibilidades de emitir Letras del Tesoro con las que financiarse, para las provincias el siguiente paso es la emisión de notas de cancelación, es decir, decir de cuasimonedas, esos bonos equivalentes a pesos que circularon entre 2001 y 2002 como sustitutos para resolver la falta de liquidez de las provincias y el mismo Estado nacional.
El panorama se complicó más este martes. La decisión del gobierno de no pagar el bono dual AF20 y postergar su pago hasta septiembre enrareció el clima en el mercado local. Esto afecta a la capacidad de financiamiento de las provincias incluso si consiguen la autorización de Martín Guzmán. Por eso, las provincias buscan reducir las erogaciones. De lo contrario, una vez agotado el financiamiento, la única opción van a ser las cuasimonedas.
Así y todo, en Chubut son optimistas en que luego de la reestructuración de la deuda nacional -que Alberto Fernández quiere cerrar para el 31 de marzo- Arcioni va a poder renegociar la deuda provincial y para julio los problemas financieros de la provincia van a quedar atrás. Y en el resto de las provincias esperan también a ver qué caminos va abriendo el caso de Chubut como ensayo de creatividad para el financiamiento antes de llegar a la última instancia.
Fuente: La Política Online