Ramón Rodríguez, dueño de una hamburguesería, fue condenado a 10 años y 8 meses de prisión por el asesinato de Alexander Báez, ocurrido en octubre del 2020 en el barrio de Pirayuí en Corrientes, acusado del delito de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego.
El acusado había sufrido el robo de su moto Honda Titán CG 150 por parte de Báez, un reconocido ladrón del barrio. Por esto, fue a su domicilio a preguntar por el vehículo y arreglaron un encuentro donde le entregaría al ladrón $10.000 para que le devolviera su moto.
Sin embargo, el delincuente cambió de opinión y aumentó el monto del “rescate” a $15.000, motivo por el cual discutieron, no llegaron a un acuerdo y se trenzaron a golpes. Momento después se escucharon disparos que acabaron con la vida de Báez.
Familiares del delincuente salieron de la casa e intentaron reducir a Rodríguez, pero este logró escapar. Horas más tarde fue detenido horas más tarde en la casa de una tía, ubicada en el barrio Ponce, sin ofrecer resistencia.
Colman Valenzuela, defensa del acusado, señaló que las pruebas con las que llegó a juicio su cliente fue un informe de autopsia y testimoniales de familiares del fallecido.
La defensa señaló que al acusado no le hicieron la prueba de dermotest para detectar la presencia de pólvora en sus manos y que el ladrón habría sido herido por sus propios familiares en medio de la pelea, ya que aseguraron que el disparo salió de la casa de Alexander.
El 29 de noviembre se conocerán los fundamentos de la sentencia y al respecto el abogado, dijo: “A partir de esa fecha se tiene diez días para la presentación de recursos de casación, que lo haremos, luego se expedirá el Superior Tribunal de Justicia, y si confirma la condena iremos a la Corte Suprema si así la familia lo requiere”.
Durante estos dos años, Rodríguez estuvo detenido. Recién en la ante-última audiencia antes de conocer la sentencia los jueces del Tribunal Oral Penal 2 de Corrientes decidieron otorgarle el “cese de la prisión preventiva” hasta que la condena quede firme.