El sueño del ex intendente de Mar del Plata, Gustavo Pulti, sigue intacto y es volver al Palacio Municipal. De cualquier forma y sin importar el precio. Lo cual ha llevado a que tenga alianzas con Frente para la Victoria (FpV), Juntos por el Cambio (JxC) y hasta el mismísimo peronismo no K. Ahora bien, el justicialismo enarbolado por los gobernadores del interior le acercaron una propuesta rara.
Sin ir más lejos, la idea sería para el nuevo estilo de peronismo que en General Pueyrredón, y gran parte de la Quinta Sección Electoral, Pulti se encargue de traccionar a los desencantados con el oficialismo y la oposición. Pero siempre entendiendo que la línea es de eje peronista.
Más allá de que el ex jefe comunal tuvo muy buena relación con la línea de Florencio Randazzo, eso no quita su falta de estructura bonaerense. Atendiendo que es un “comenzar desde cero” por tratarse de un armado “externo”.
Figuras como el ex mandatario provincial de Salta, Juan Manuel Urtubey, y el gobernador cordobés Juan Schiaretti, son más que argumentos de que costará convencer a los bonaerenses de su figura. Más aún a los marplatenses, por tratarse de jefes en otros terrenos no vinculados.
La elección de Pulti para el nuevo polo peronista es el hecho de que es reconocido y mínimamente aceptado. Pero en una ciudad calificada como “gorila” y con tantos requisitos más, se sobreentiende que se necesitará más que ello para sacar del medio a La Libertad Avanza (LLA) como tercera fuerza.
Por lo tanto, el Partido Justicialista (PJ) ha comenzado a recolectar en Mar del Plata a quiénes se ven minimizados por el Frente de Todos (FdT) para armar las listas. Amén de pedir ayuda alguna a JxC por quiénes no logran ingresar a las planillas 2023.
¿Gustavo Pulti visualiza como potable volver a la intendencia mediante un nuevo polo peronista? ¿Querrá ser él quién juegue por llegar al Palacio o terminará jugando su ingreso al Poder Legislativo en la provincia de Buenos Aires?
