La Pampa, provincia peronista por excelencia, vuelve nuevamente a aumentarle poder adquisitivo al Estado provincial. En la última semana, diputados del Partido Justicialista anunciaron un impuesto a Netflix y una regulación en la venta de golosinas en los supermercados de la provincia.
La “cabeza visible” de los dos proyectos de ley es Espartaco Marín, el diputado K que, en plena cuarentena, fue detenido en la ruta por fugarse de un control policial mientras conducía completamente alcoholizado.
A la iniciativa de regular las golosinas también la integran Facundo Sola y la diputada provincial Sandra Fonseca.
Cumpliendo al pie de la letra el argumento que sostiene el económista austríaco Friedrich August von Hayek desarrollada en La Fatal Arrogancia, el Estado pampeano muestra cada vez más su postura de “castigar al exitoso”, con una clara base de resentimiento. Los impuestos que castigan el éxito de la empresa serían destinados al “Fondo de Estímulo para la Producción Audiovisual Pampeana” (25%) y el restante a la Tarjeta Social Pampeana del Ministerio de Desarrollo Social.
El impuesto no es solo a la empresa que ofrece películas: recae sobre todas las empresas que, durante la cuarentena, consiguieron “ganancias de manera extraordinaria”. El tributo impulsado por el oficialismo provincial es sobre “empresas que brindan servicios online de películas, series, música, juegos, videos” y a otras “vinculadas a la comercialización de servicios de pagos y compra/venta a través de plataformas digitales, que incluyan, o no, servicios de reparto y distribución”. Por ello, estarían afectadas por el impuesto Pedidos Ya, Zoom, Netflix, YouTube Premium y Spotify y Mercado Libre.
Así lo explicó Marín en su cuenta de Twitter: “La idea es que este impuesto sea una fuente de financiamiento genuina para la provincia, por una actividad que se desarrolla en nuestro territorio, sin imponer mayor presión fiscal sobre los hombros de los contribuyentes locales. Lo recaudado será distribuido de la siguiente manera: el veinticinco por ciento (25%) se destinará al Fondo de Estímulo para la Producción Audiovisual Pampeana y el setenta y cinco por ciento (75 %) se destinará a la Tarjeta Social Pampeana del Ministerio de Desarrollo Social”.
“Taco” Marín cree, producto del dogma que profesa, que el impuesto a las empresas no pondrá mayor presión fiscal sobre los contribuyentes. Lo que ocurre realmente es que las empresas “redirigen” el extra impositivo a los consumidores. Como ya ocurrió, por ejemplo, con la Ley de Alquileres.
“Esta propuesta de modificación del Código Fiscal es un paso hacia la posibilidad de gravar impositivamente a estas plataformas digitales”, precisó Marín, “permitiendo así una fuente de ingresos a la provincia por actividades que se desarrollan en nuestro territorio”, explicó.
Representantes de la industria audiovisual de Entre Ríos aprovecharon y se colgaron de la iniciativa: “Ese impuesto es un reclamo histórico de nuestro sector”, dijeron.
El “argumento” que rodea a la regulación de la venta de golosinas es aún más insólito. Tal cual se explica más arriba, la iniciativa está encabezada por “Taco” Marín. La Cámara de Diputados de La Pampa aprobó el proyecto el pasado sábado 4 de julio. La ley regulará regulará “la exposición de dulces y bebidas con alto nivel calórico”. De esta forma, el Estado provincial obligará a los privados a no colocar las golosinas cerca de la caja registradora.
“La iniciativa tiene como finalidad contribuir a la disminución y la prevención de la obesidad infantil y la malnutrición, ya que estos productos se encuentran dentro del paso obligatorio que tienen que realizar las personas que se encuentran en estos lugares, generando situaciones de oferta compulsiva en los consumidores” expresaron los miembros de la casta política pampeana.
“El consumo de golosinas y bebidas con alto contenido de azúcar y jarabe de maíz de alta fructosa son preocupantes, porque son calorías vacías. El consumo de estos dulces ha pasado de ser excepcional a convertirse en un hábito cotidiano. Nosotros abordamos esta temática desde lo legislativo, e incluso también en el territorio. Debemos insistir en la educación y modificación hacia consumos saludables, mejorar los entornos escolares y promover la actividad física”, explicó el legislador que fue detenido por conducir completamente en estado de ebriedad.
Sin embargo, la medida que más preocupa a los pamepanos es la que propone aumentar la alícuota de los ingresos brutos. La oligarquía burocrática pampeana ya presiona con el tema desde fines de mayo. Siguiendo la linea de Nación, el sector provincial usó el carácter de “extraordinario” al gravamen que propone el aumento para justificar el atropello impositivo.
“Estamos pensando en avanzar en un gravamen extraordinario, que tiene que ver con el incremento de la alícuota de Ingresos Brutos en algunos casos, y en otros con aplicar el gravamen de Ingresos Brutos, porque hay algunas empresas que ni siquiera lo pagan, en aquellas economías de plataforma que han incrementado sus ganancias en ocasión de la pandemia”, aseguró Marín a Ámbito Financiero a fines de mayo.
El diseño del “aumento extraordinario” sobre aquellas actividades que hayan incrementado sus ganancias durante la pandemia cuenta con el OK del gobernador de la provincia, Sergio Ziliotto. Tal cual informó Ámbito Financiero, se trata de un segundo escalón: a instancias de Ziliotto, la Legislatura ya aprobó a fin de abril una suba de emergencia de IIIBB -llevó la alícuota del 9% al 14%- para bancos privados y entidades financieras reguladas por el Banco Central de la República Argentina.