Hernán Lombardi comparte un título con el ex presidente Mauricio Macri, también es ingeniero. En la función pública, expandió su conocimiento en tres áreas fundamentales: cultura, turismo y medios de comunicación.
El paso por el farragoso manejo de los medios estatales, lo tuvo como protagonista de fuertes debates con los gremios que le colgaron el sayo del “malo de la película”.
El ex funcionario siente que los reclamos deben ir hacia la política K que generó superestructuras en medios que la gente no consume, como las agencias de noticias.
Junto con el actor y correligionario “Beto” Brandoni hicieron un apoyo explícito a la masiva movilización del #17A contra la reforma judicial impulsada por el kirchnerismo.
Distante de algunos análisis dentro de Juntos por el Cambio, que tienen temor que la bronca de la gente vuelva como un boomerang, Lombardi vive la protesta como una primavera democrática. Ve al gobierno acoplado a una lógica de no escuchar y repetir errores.
Resalta la cuestión pacífica de la marcha #17A: “Hubo cientos de miles de personas en todo el país sin ningún incidente”. Agrega que “tuvo un carácter federal, no sucedió solo en el Obelisco”.
“Que se vaya todos es muy peligroso, es la anarquía”, recuerda mirando en el espejo retrovisor de la historia doliente del 2001.
“Ha sido una expresión de talante opositor pero hay que ser respetuosos, nadie se puede adueñar”, es otra lectura que suma Lombardi a raíz del banderazo. “El gobierno debe salir de la estrategia del miedo, que tiene rasgos autoritarios”.
¿Macri o Larreta? No duda. “Mauricio es insustituible al pensar en el futuro”, dice. Y se sorprende cuando escucha que algunos lo quieren jubilar.
Respeta a Larreta y subraya que “es lógico que coordine políticas con el gobierno nacional”.
LOMBARDI vs BATATA Y LOS 678
En el inventario de sus agitados días como funcionario de Macri, Lombardi rescata la pluralidad del noticiero en contraste con su actual queja: “Ahora los opositores no tenemos lugar en la TV Pública”.
Resalta como un sacrificio el rol que tuvo Néstor Sclaucero al lidiar directamente con el poder del sindicalista camarógrafo Jorge Oscar “Batata” Rodríguez.
El “preguntale a Batata” es un clásico, de por lo menos los últimos 30 años cuando hay que disponer de viáticos, viajes, coberturas y recursos humanos, llámese nombramientos. Batata tiene dos familiares adentro.
Los trabajadores del noticiero quedaron heridos cuando lles recortaron horas extras y espacios de noticias del fin de semana que habían sido eliminados.
Habla de los medios públicos como espacios colonizados por la militancia. “El 678 se expandió como una mancha”, titula.
Dueño de Torre de Manantiales en Mar del Plata, el negocio del turismo lo ve complicado si no se decreta una emergencia en el sector.
Cierra con una corazonada optimista: “Si la humanidad venció al nazismo, cómo no vamos a vencer a un virus”.
*Fuente: Expediente Político