Diferentes analistas políticos consideran a Formosa como el panorama que el Gobierno toma como referencia, como una suerte de objetivo. La provincia es bandera y ejemplo del autoritarismo brutal, que vale aclarar, no nació durante la pandemia: Gildo Insfrán la gobierna hace 25 años ininterrumpidos. Desde su asunción en 1995 a esta parte, todo tipo de denuncias inundaron la gestión del caudillo. Sería imposible siquiera nombrarlas en esta nota.
Para sumar otra situación ¿más? incómoda a Insfrán, el abogado formoseño Daniel Suizer, posteó un documento histórico que de cierta forma explica el presente accionar del nefasto tirano: “Lo que estas viendo es una nota de Gildo Insfrán del año 1978 pidiéndole trabajo al Gobernador de la dictadura en Formosa”, dijo a Data24.com.ar.
Quien comandó la provincia de Formosa durante la última dictadura militar fue el General de Brigada, Juan Carlos Colombo. Hacia él se dirigió el joven veterinario de 27 años oriundo de Laguna Blanca, Gildo Insfrán, para “ofrecer sus servicios profesionales”, a través de ésta carta, fechada el 10 de febrero de 1978.
“La estrategia de Colombo fue conformar un gabinete con personas locales, sin tener en cuenta las filiaciones políticas, puesto que, lo que interesaba eran hombres que compartieran la filosofía del gobierno militar”, escribió la historiadora Mariela Leguizamón en Las caras de la dictadura: Formosa (1976-1983).
El 1 de octubre de 2009, el Tribunal Oral Federal de Formosa condenó a Colombo a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad. Se le acusó también de los delitos de asociación ilícita, privación ilegitima de la libertad agravada, tormentos agravados reiterados y desaparición forzada de personas.
En mayo de 2011, la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal rechazó el recurso presentado por la defensa de Colombo y confirmó la pena por los delitos antes mencionados.
Presentados los hechos, corresponde el turno de desarrollar la hipocresía del Poder. Sin falta, todos los 24 de marzo Insfrán homenajea a las víctimas provocadas por el Gobierno que le dio trabajo. Por ejemplo, en agosto de 2015, cuando se dispuso que el centro clandestino de detención conocido como “La Escuelita” sea un espacio para la memoria. La decisión nace tras la “necesidad de re significar hechos de nuestro pasado reciente que contribuyen a nuestra memoria histórica como pueblo, para lo cual donde hubo horror se creara un espacio para la memoria, como ámbito de defensa y promoción de los derechos humanos”, declaró el Gobernador de Formosa.
En esa línea, la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia con el argumento de “intervenir en la en la formulación y ejecución de políticas públicas orientadas a la garantía, observancia y respeto de los Derechos Humanos establecidos en la Constitución Nacional” dispuso un programa de asistencia psicológica a víctimas y testigos del terrorismo de Estado desarrollado en Formosa por el Gobierno de Colombo.
Para seguir perpetuando su modelo totalitario en Formosa, el Gobernador requiere de todo un aparato político bajo su mando. De esta forma, quien también es representante del fascismo gubernamental de la gestión Insfrán es el ministro de Gobierno, Jorge González.
Las voces independientes de la bastardeada provincia incomodaron durante una conferencia de prensa a mencionado burócrata que, fiel a su estilo, entre lo patético y lo totalitario, esquivó la pregunta e increpó al periodista que le preguntó sobre si Insfrán trabajó durante la dictadura.
“Sinceramente no sé y poco importa en esta circunstancia de la pandemia, como por ejemplo, poco importa, qué se yo, recordar de que el padre del periodista fue empleado del Servicio Penitenciario durante la dictadura militar o amigo del capellán del Regimiento, del padre Lima, entonces, poco tiene que ver con la cuestión de la pandemia ese tipo de cuestiones, así que verdaderamente a mí no, yo no lo conozco, y no forma parte de los intereses fundamentales del pueblo de Formosa en ese momento de la pandemia”, ladró el lacayo del caudillo. Suponiendo que lo respondido sea verdad, poco tiene que ver la vida del padre del periodista con él.
“Obviamente seguimos en la campaña electoral de la prensa partidaria” chicaneó incómodo González.
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