El presidente Alberto Fernández encabezó su gira oficial por los Estados Unidos, con el objetivo de participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas y reunirse con la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva. La esperanza del gobierno nacional es la de obtener un nuevo visto bueno del organismo multilateral, que le permita reestructurar la costosa deuda que pesa sobre el país.
En este sentido, las autoridades nacionales aseguraron que, dadas las complejas circunstancias económicas que atraviesa el país, Fernández sería acompañado por una “comitiva reducida”. Sin embargo, los hechos mostraron una realidad diferente.
La misma fue compuesta por cincuenta personas, incluyendo nueve funcionarios, su novia, Fabiola Yáñez, y los curiosos rubros de “funcionarios de apoyo” y “elementos de seguridad”.
Desde el comienzo mismo de la gira, se cuestionó el rol de Yáñez en la misma, dado que no tiene ningún rol estratégico en la negociación entre el gobierno nacional y el Fondo Monetario Internacional. Su misión, en este escenario, sería meramente turístico. No sólo ello, sino que Yáñez decidió incluir una invitada cumpliendo el supuesto rol de “asistente”. Se trata de Carolina Marafioti, a quien se le proveyó, además, con cartas credenciales y acreditación como parte de la delegación argentina.
Marafioti saltó a la luz en el año 2020, cuando en julio de ese año participó de las fiestas que organizaba la primera dama en la Quinta de Olivos, a pesar de regir en todo el país una estricta cuarentena y aislamiento por los brotes de COVID-19.
Su caso fue llevado a la Justicia, donde Marafioti acordó donar $200 mil a un hospital para ser sobreseída en la causa. Sin que se sepa cómo hizo, contó con el asesoramiento legal de Alejandro Rúa, un costoso abogado que trabajó con Cristina Fernández de Kirchner en la causa del Memorándum con Irán.
De acuerdo a su propio portfolio en las redes, Marafioti es “estilista”. Durante una entrevista a un medio periodístico nacional, aseguró que su misión es la de “ayudar a encontrar un estilo, a tener confianza en sí mismas” a las mujeres. “Las ayudo en la elección de ropa, peinados, make up y accesorios”, agregó.
En un país en llamas, con una inflación en constante crecimiento y una crisis de deuda acuciante, cuesta entender el propósito de llevar una delegación de cincuenta personas a una negociación con el FMI, del mismo modo que el rol estratégico que, seguramente, cumplirá Marafioti ayudando a Kristalina Georgieva a “encontrar su estilo y tener confianza en sí misma”.
*Fuente: REALPOLITIK
