El diputado por La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, tiene en “jaque” su participación para lo que serán las próximas elecciones presidenciales para el 2023. Ya que, el Partido Demócrata (PD) que comanda su compañera de bloque legislativo, Victoria Villarruel, perdió la personería jurídica que le posibilitaba aspirar a ser el próximo jefe de Estado.
Los contratiempos judiciales en materia electoral de Karina Milei y Carlos Kikuchi, han hecho que el armado de LLA alrededor del terrorio nacional comience a brillar por su ausencia. Más allá de que el conductor libertario se sigue mostrando en los canales de televisión y recorridas por el país como uno de los precandidatos para el 2023.
Ahora bien, desde el espacio de Milei salieron a buscar un reemplazante, entre ellos a la Unión del Centro Democrático (UCEDE). Sin embargo, según publicó el sitio Realpolitik, “se muestra reacia a prestarle su nombre para que pueda competir, dado que prefiere a un candidato más serio y moderado como José Luis Espert“.
El citado medio tuvo acceso a documentación, en dónde el actual interventor Carlos Santino “presentó al juez electoral de la provincia de Buenos Aires, Alejo Ramos Padilla, una reforma de la carta orgánica del partido y la designación de nuevas autoridades hasta la convocatoria a elecciones internas“.
Asimismo, la documentación que se filtró desde la Justicia Electoral bonaerense sentencia que el PD no cumple con varias reglamentaciones, entre las cuales apenas tiene más de 5 mil afiliados (son necesarios 8 mil como mínimo) y entre las autoridades provinciales nombradas, una gran parte se encuentra inscripta en otras fuerzas.
Realpolitik remarcó como un “hecho insólito” la supuesta autoproclamación de Villarruel como presidente del Partido Demócrata, el cual sería “inexistente”. “La farsa montada en julio pasado por Victoria, María Feldtmann, Guillermo Montenegro, Hernán Maurette y Carlos Onteiro carece de toda legitimidad”, publicó.
De esta manera, Milei comienza a perder fuerza en el territorio bonaerense, o al menos hasta que el PD “regularice su situación tras la intervención”. Si ello no se da, así como sucedió de manera nacional con el partido político, no podrá presentarse por La Libertad Avanza en Buenos Aires y correría la mala suerte de desaparecer.