Durante las vacaciones de invierno, Salta fue uno de los lugares más elegidos por los turistas, llegando la ocupación hotelera hasta el 95%. Justo en el último fin de semana de la temporada, los turistas fueron testigos de un hecho que causó mucha bronca: folcloristas fueron echados de una plaza por personal municipal enviado por Bettina Romero.
Los jóvenes se encontraban bailando en la Plaza 9 de Julio ganándose la vida y difundiendo la música tradicional de la provincia cuando fueron sacados por un empleado municipal acompañado por la Policía, quien fue increpado por los padres de los bailarines y por turistas.
“Es una vergüenza”, “es una falta de respeto”, “tenemos que ir a pagar a la ‘panadería'”, “por qué no se puede”, “¿así reciben al turismo ustedes?”, fueron los comentarios de los turistas que increparon al trabajador que pidió que bajen la música y cortó todo el espectáculo que estaban dando los bailarines salteños.
Respuesta del municipio
La Municipalidad de Salta respondió a través de Twitter asegurando que acompañan y fomentan “todas las expresiones artísticas en la medida que se respeten las ordenanzas vigentes y los códigos de convivencia”.
Asimismo, señalaron que previo al video, se les había explicado a los artistas que se puede tocar la guitarra y bailar en cualquier parte de la ciudad, pero no está permitido “conectar altoparlante con amplificadores en un espacio que es de todos”.
A esto, los usuarios de Twitter que estuvieron presentes en el momento del hecho, aseguraron que el grupo folclorista se encontraba pasando música desde un pequeño parlante con conexión bluetooth.
Este no es el primer suceso de esta índole: la intendenta, Bettina Romero, ya echó a fruteros, manteros y luego a cartoneros de las plazas de la ciudad.
La funcionaria proviene de una familia de empresarios y políticos, dirigentes y militantes del Partido Justicialista. Ella es hija y nieta respectivamente de los exgobernadores de Salta Juan Carlos Romero y Roberto Romero.