El polémico arzobispo Mario Antonio Cargnello volvió a ser noticia tras considerar necesaria la creación del “Ministerio del Exorcista”, con el fin de combatir al “demonio” que ejerce una influencia negativa en “el alma” de las personas.
“El demonio sigue empeñado en alejar las almas de Dios. Las invita a través de la tentación a pecar. Por eso podemos afirmar que ese es el peor de los males y además causa otros. A esto se lo suele denominar la acción ordinaria del demonio”, indica el religioso en el documento.

Según el texto, parecería que el organismo no se encargaría únicamente de los clásicos exorcismos representados en las películas de terror, ya que aseguran que la presencia del diablo estaría detrás de los pecados de los hombres.
Sin embargo, no hay mayores detalles sobre el funcionamiento del organismo, aunque sí están los nombres de sus responsables máximos: los sacerdotes Loyola Pinto y de Sancristóval y Héctor Fernando Campero. Su finalidad será alejar el demonio de las personas para “sanarlas”.

Al ser consultada por la prensa, la Conferencia Episcopal Argentina no pudo desentenderse de la situación. “Que un obispo designe a un exorcista en su diócesis es una de las prácticas más antiguas que tiene la iglesia. El obispo puede poner a disposición a un sacerdote para este tipo de funciones”, señalaron.
Cargnello se encuentra en el ojo de la tormenta desde hace un par de meses cuando tras ser denunciado por tres monjas Carmelitas Descalzas de su iglesia, que lo acusaron de “violencia de género”. Por lo que habría firmado la creación de la polémica dependencia para recuperar la iniciativa y la centralidad.

Según la abogada que representa a las religiosas, estas padecieron durante las últimas dos décadas “un calvario de agresiones físicas y psíquicas”. Señaló que ellas estaban “paralizadas del miedo” al explicar el tiempo que demoró la materialización de la denuncia en la justicia.
Mientras avanza la investigación, el arzobispo tiene prohibido acercarse físicamente a la dependencia donde se encuentran las carmelitas que lo denunciaron. Sin embargo, sigue en su cargo.