En Río Negro el peronismo vive horas cruciales, donde la fragmentación se da desde el conjunto Soria, el sorismo. Este fue el encargado de cerrar el partido y eso llevó a una pérdida de poder y territorio, y esto se ve claramente reflejado en la Legislatura provincial.
El Frente de Todos (FdT), a nivel testimonial, integra distintos partidos de la línea peronista, pero fueron los hermanos Martín Soria y María Emilia Soria quienes fueron los auspiciadores de apartar a aquellos que piensen diferente y solo concentrar el poder en ellos mismos.
Tal es así que, cuando murió Carlos “El Gringo” Soria, el peronismo que tanto costó que gane una elección se volvió a fragmentar de a poco, donde impartió desde allí la creación de Juntos Somos Río Negro (JSRN), un partido integrado por peronistas, kirchneristas y radicales.
Actualmente, el oficialismo, de la mano de Alberto Weretilneck, fue ganando músculo y es casi imposible que pierda una elección. Hasta desde el kirchnerismo con La Cámpora se unirá a JSRN y serán coalición en las elecciones 2023.
Tal es así, que desde el sorismo lo vieron como una amenaza y decidió denunciar y echar del PJ a decenas de ellos, hasta el senador Martín Doñate. Este mismo se hizo presente en la Justicia y falló a favor de la facción kirchnerista y amenaza con desintegrarse, al punto de la afiliación.
Dicha estrategia es utilizada desde hace años por el senador nacional Alberto Weretilneck. El líder del partido provincial tiene una puja de años con Martín Soria, el ministro de Justicia de la Nación.
En parte, en la Legislatura esta semana se vio claro cómo el Frente de Todos está fragmentado como lo está el PJ a nivel provincial. Se votó la Ley Lasalle y solo diputados allegados al sorismo votaron en contra del transporte de hidrocarburos que necesita Río Negro para que YPF invierta 1200 millones de dólares en un oleoducto de Vaca Muerta a Sierra Grande.
En las elecciones del PJ se prevé que estén a punto de la desafiliación por la fragmentación propia del partido y, desde el sorismo, dicen que el kirchnerismo se podría quedar con la conducción dejando al clan Soria. Sin posibilidad de voz y voto, y todo eso ayudado por el Gobierno provincial y nacional.
Es evidente que hubo ayuda de la Justicia local que es allegada a Weretilneck con el plan de destruir el bastión sorista y dejar cada vez al margen al poder territorial en Roca y en otras ciudades de Río Negro.
La estrategia es clave ni Weretilneck y Doñate quieren al sorismo para tomar las decisiones, por lo que en conjunto van avanzando para despojarlos de todo poder. También el propio Martín Soria fue él encargado de disminuir el partido y cada vez perder más territorialidad.
Por otra parte, el Gobierno de Arabela Carreras es quién durante estos 3 años no dirigió una obra provincial a General Roca, solo algunas de Nación bajo la decisión de María Emilia Soria. Tampoco querían que lo maneje Provincia. Si bien había fondos destinados a la ciudad, fue el sorismo quién los descartó y solo se financió con fondos nacionales con el Plan Argentina Hace.