Qatar es una monarquía constitucional, sin embargo, lo constitucional es algo que escasea en el país. En los países democráticos, cuando una persona no aprueba las decisiones del gobierno de turno manifiesta su desacuerdo en las elecciones votando al partido contrario, pero esto no pasa en Qatar. Los partidos políticos en el país están prohibidos, y los candidatos a que deseen presentarse a las elecciones deben contar con el aval del Ministerio del Interior.
El emir es la figura máxima del país, tan máxima que la republica en Qatar es casi inexistente, porque el emir tiene en su mando el control ejecutivo, legislativo y judicial del país. El emir tiene la capacidad de elegir y remover al primer ministro del país y a sus ministros, además puede vetar las leyes que le desagraden.
Con respecto al poder judicial, tampoco escapa al control del Emir, porque todos los jueces son nombrados por decreto real. Por otro lado, el país no ha aceptado la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional, por lo que este tribunal no tiene permiso de actuar en el país.
La libertad de expresión es avalada por la Constitución, pero las voces contrarias al emir son censuradas y los medios que existen están en manos de la familia real. De esta manera la oposición en los medios audiovisuales es casi nula. Por último, los derechos de las mujeres son peores a los del Código Civil Argentino de Vélez Sarsfield, donde su esposo actúa como responsable máximo, impidiéndoles entre muchas cosas salir del país libremente.
En el 2003 se sanciono la constitución de Qatar, la cual permitía que se den elecciones legislativas en el país, sin embargo, no fue hasta octubre del 2021 que se realizaron las elecciones en el país. Se postergaron 18 años, pero se realizaron definitivamente para dar una imagen de “democracia” al mundo. En las elecciones votaron solo el 20% de su población, ya que solo pueden votar las personas que tengan abuelos nacidos en Qatar antes de 1930.
En este proceso electoral, los ciudadanos de sangre votaron a los miembros de la Asamblea Consultiva, pero solo a 30 parlamentarios, porque 15 son elegidos directamente por el emir, conformando así una asamblea de 45 individuos.
Con el mundial, Qatar intenta mostrarse al mundo de buena manera para atraer inversiones y turismo, pero la realidad es que este país es más parecido a una dictadura que a una democracia. Con la elección de Qatar como sede del Mundial es muy probable que para próximas ediciones sigan escogiendo a países con tiranos en el poder, ¿podría pasar que Cuba sea sede del mundial en 2038?