Tras poco más de veinte días desde que inició el expediente, y tras la imputación firmada por el fiscal Ramiro González contra Alberto Fernández, Fabiola Yánez y los demás invitados a la fiesta de cumpleaños en la quinta de Olivos, el juez Sebastián Casanello se declaró incompetente y decidió mandar la causa a San Isidro.
“Fue un baldazo de agua fría, nadie se la esperaba”, admitió uno de los abogados defensores en la causa por la Fiesta de Olivos minutos después de recibir la resolución del juez Casanello. De esta manera, la causa que investiga al Presidente y a su entorno podría terminar en el juzgado de Sandra Arroyo Salgado o el de Lino Mirabelli.
“No me es posible encontrar un extremo fáctico que justifique la competencia territorial de este juzgado”, señaló el magistrado, quien advirtió que, por ley, corresponde que intervenga el juez del lugar donde se cometieron los hechos a investigar. De esta manera, al OlivosGate (como se le denomina a la causa popularmente) le corresponden los tribunales federales de San Isidro.
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