El domingo por la noche, la Organización Sionista de América (ZOA, por sus siglas en inglés), la organización pro-Israel más antigua de los Estados Unidos, otorgó al expresidente Donald Trump su Medallón de Oro Theodor Herzl en reconocimiento a sus contribuciones a la seguridad del Estado de Israel, así como a la comunidad judía estadounidense.
En su discurso tras recibir el galardón, Trump apuntó contra los judíos que votan a los demócratas: “Hay personas en este país que resultan ser judíos que no están haciendo lo correcto para Israel. Demasiados”.
“Estados Unidos e Israel no son solo aliados militarmente, sino económica y políticamente. Somos aliados moral, cultural y espiritualmente y siempre lo seremos, al menos si tengo algo que hacer al respecto”, señaló.
Asimismo, aseguró que retirarse del “acuerdo nuclear desastroso de Irán” fue la “cosa más importante” que hizo por Israel durante su mandato, siendo este uno de los puntos destacados para su premiación, así como el traslado de la embajada de EE. UU. a Jerusalén, la extensión de las protecciones legales a los estudiantes sionistas en los campus de EE. UU., el reconocimiento de la soberanía de Israel en los Altos del Golán y el recorte de fondos para los palestinos.
“Obtuvimos más votos que cualquier presidente en ejercicio en la historia, y algo complicado con nuestras elecciones, como probablemente saben, y debido a eso ahora estamos en una posición muy mala. Irán estaba debilitado, Irán estaba listo para hacer un trato y ahora son muy ricos”, dijo.
Además criticó la administración de Joe Biden y sus legisladores progresistas, como Alexandria Ocasio-Cortez, quien estaría en contra de Israel y apoyaría el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS). “Biden se ha estado arrastrando ante la dictadura iraní para volver a entrar en el acuerdo nuclear”.
“Hay personas en el Congreso que odian a Israel. Biden nombró a numerosos izquierdistas radicales antiisraelíes para puestos gubernamentales clave, incluidos aquellos que han apoyado el movimiento antisemita BDS que llama a la guerra económica contra el Estado de Israel”, argumentó. “Son simplemente inaceptables”.
Prometió continuar su apoyo a Israel, al tiempo que emitió una advertencia sobre la fragilidad del estado judío: “Preservaremos nuestra gran tradición bíblica occidental, que de hecho lo es, y nos aseguraremos de que Estados Unidos e Israel se mantengan firmes, orgullosos y libres como naciones durante muchas, muchas generaciones venideras”.
“Israel es un lugar muy, muy especial, es un lugar increíble, es realmente un milagro pero es muy delicado y hay que tener mucho cuidado con él porque pueden pasar cosas muy malas, así que solo digo que estoy con ustedes hasta el final”, concluyó.