Desde 1987, entre los meses de octubre y noviembre y cada cinco años, se realiza el Congreso del Partido Comunista de China en el Gran Salón del Pueblo ubicado en la capital: Pekín. Este año no fue la excepción y se llevó a cabo el XX Congreso que reunió al PC (Partido Comunista) chino.
El objetivo de esta reunión fue coronar al actual presidente chino, Xi Jinping, como el dirigente más poderoso desde Mao, el dictador y líder supremo del PC quien ejerció como mandatario entre los años 1949, cuando creó la República Popular de China que hoy conocemos, hasta su muerte en 1976, la cual produjo una crisis interna en el país para decidir quien lo sucedería.
Hu Jintao, uno de los ex dirigentes chinos, acudió al Congreso, pero al finalizar el mismo y permitírsele la entrada a la prensa, Jinping ordenó a los guardias que se llevasen a Jintao del lugar. Esto descoló mucho al ex presidente de hoy 79 años, ya que su salida le impedía dar su opinión en la reunión que iba a discutir y votar las nuevas reformas a los estatutos del Partido. Luego de lo sucedido, todos los delegados presentes votaron a favor de las propuestas sin contar ningún voto en contra.
Desde las autoridades chinas afirman que la salida se debió a su delicado estado de salud, el cual no se especifica, y por eso mismo habrían obligado a Jintao a retirarse de la reunión. A pesar de estas declaraciones, muchos creen que se trató de una “purga política” por parte de Jinping para demostrar, en efecto, que es el dirigente más poderoso.