El régimen iraní presentó un informe oficial ante las Naciones Unidas (ONU) donde incluye por primera vez a Argentina entre los países enemigos por su apoyo a las acciones militares israelíes contra Irán.
El documento, titulado “El descarado ataque al derecho internacional por parte del régimen israelí contra la República de Irán desde el comienzo de la agresión de ese régimen el 13 de junio de 2025”, fue distribuido por la misión iraní en Nueva York a varias representaciones diplomáticas la semana pasada, a pocos días antes del 31° aniversario del atentado a la AMIA.
“El 13 de junio de 2025, el presidente de la República Argentina, Javier Milei, respaldó las acciones militares del régimen sionista contra Irán y condenó los ataques defensivos iraníes contra el régimen sionista expresando su apoyo a las acciones militares anteriores de Israel”, redactado explícitamente en el boletín iraní, referenciando las declaraciones públicas que el mandamás realizó durante su gestión, donde afirmó categóricamente que “Irán es enemigo de Argentina”.

Este acta constituye la primera vez en la historia que Irán incluye oficialmente a Argentina en su lista de “países enemigos”. En el párrafo 92 del documento, se específica que a la par “algunos otros países han declarado su apoyo a los actos de agresión del régimen sionista contra Irán. Entre ellos se encuentran Canadá, Argentina, República Checa y Paraguay”.
Las acusaciones iraníes se enmarcan en el contexto de lo que se conoció como la “Guerra de los 12 días” entre Israel e Irán, que tuvo lugar entre el 13 y 25 de junio de 2025. Este conflicto se inició cuando Israel lanzó la “Operación León Ascendente” contra instalaciones nucleares iraníes, considerando el programa nuclear de Irán como una amenaza existencial.
“Irán es una teocracia que quiere exterminar a la única democracia libre de Medio Oriente”, afirmó Milei anteriormente, en referencia a Israel.
Durante este conflicto, más de 627 personas murieron en Irán y al menos 28 en Israel. Israel atacó 27 puntos estratégicos y eliminó a 14 generales iraníes de alto rango, mientras que Irán respondió con la “Operación Promesa Verdadera III”, lanzando más de 150 misiles balísticos y 100 drones contra territorio israelí.
El parte oficial iraní es una represalia ante el alineamiento incondicional del gobierno de Milei con Israel y Estados Unidos. Durante su visita a Israel en junio de 2025, reafirmó su intención de trasladar la embajada argentina a Jerusalén y expresó su “apoyo incondicional” a las políticas bélicas israelíes.

El presidente de AMIA, Osvaldo Armoza, advirtió sobre “la infiltración iraní en Latinoamérica, que se expande ante la ausencia de una respuesta seria y firme de los gobiernos regionales”. Esta advertencia cobra especial relevancia considerando los antecedentes de los atentados de los años 90 y la presencia de células operativas iraníes en la región.
Un informe del Ministerio de la Diáspora israelí destapó vínculos operativos entre el régimen iraní y células en Buenos Aires, incluyendo conexiones con la mezquita At-Tauhid y figuras vinculadas al terrorista Mohsen Rabbani, quien participó en el ataque a la AMIA, el 17 de marzo de 1992, cuando un atentado contra la Embajada de Israel en Buenos Aires dejó 22 muertos y 242 heridos. Posteriormente, el 18 de julio de 1994, un coche bomba destruyó la sede de la AMIA, causando 85 muertos y más de 300 heridos.
La justicia argentina determinó que Irán fue el autor intelectual de ambos atentados, ejecutados por la organización terrorista Hezbollah. En 2006, se acusó formalmente al gobierno iraní de planificar el atentado y se ordenó la captura de ocho funcionarios iraníes y un ciudadano libanés. En abril de 2024, la Cámara de Casación Penal confirmó definitivamente que “Irán organizó la masacre y la calificó como un delito de lesa humanidad”.
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