María de los Ángeles Duarte, del 2010 al 2014 fue ministra de Transporte y Obras Públicas y de Vivienda, en el gobierno de Rafael Correa. Terminada su gestión y la del expresidente se comprobó que hacía uso de las arcas políticas para beneficio personal, por ello fue condenada a ocho años de prisión por malversación de fondos públicos ligados al delito de corrupción. Pero, desde agosto de 2020 se encontraba refugiada en la embajada argentina de ecuador, para de esta manera evitar ir a prisión.
Uno de los casos de corrupción más grande, fue la administración de la ruta Collas-Tababela, la cual habría salido USD 142.3 millones más cara de lo esperado. La exministra Duarte es una de las casi 20 personas condenadas por el caso de corrupción, y de no haber sido ayudada por la embajada argentina, hoy Ángeles Duarte estaría cumpliendo 8 años en prisión.
Sin embargo, el pasado lunes la exministra huyó a Venezuela, donde se encuentra resguardada en la embajada argentina en Caracas. Aquí está esperando su pasaporte argentino para escapar de la justicia ecuatoriana.
Ante esta situación, el gobierno de Lasso pidió explicaciones al gobierno argentino de cómo escapo Ángeles Duarte hacia Venezuela, si se encontraba en la embajada argentina de Ecuador. Como respuesta, la cancillería argentina prefirió no dar información y le negó al gobierno de ecuador el acceso a las cámaras de seguridad de la embajada argentina, dificultando de esta manera la captura de la delincuente.
Debido a esto, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, declaró persona non grata al embajador argentino en Quito, Gabriel Fuks, y le pidió retirarse del país. Esto porque se lo culpa de ayudar a escapar a una convicta perseguida por actos de corrupción.
Como respuesta a este acto, el gobierno de Alberto Fernández hizo lo mismo, y ha ordenado la expulsión del embajador ecuatoriano en Buenos Aires, con el motivo de que el gobierno de Ecuador expulso al embajador argentino antes. Y así ante los ojos del mundo, se ve como Argentina nuevamente se encarga de refugiar criminales de otros países para que no caigan en la cárcel.