Las recientes declaraciones del presidente Javier Milei han marcado un punto de inflexión en la política exterior argentina. Durante una entrevista con LN+, afirmó categóricamente que “Irán es un enemigo de Argentina” y expresó su “apoyo incondicional” a Israel y Estados Unidos en el contexto de la escalada bélica en Medio Oriente.
El diputado Eduardo Toniolli, de Unión por la Patria (UxP), presentó un pedido formal de juicio político contra el mandatario. “No solo dijo que Irán es nuestro enemigo, sino que declaró el apoyo incondicional de Argentina a Israel y Estados Unidos. Queremos ser claros: esto es causal de juicio político”, destacó.
“El intento de involucramiento de Argentina en un conflicto bélico internacional sin pasar por el Congreso es una violación de toda nuestra normativa”, agregó Toniolli. El legislador argumenta que “es el Congreso el que habilita, o no, al Poder Ejecutivo a la paz y a la guerra”.
Dichas declaraciones oficiales, se produjeron en el momento preciso en que Estados Unidos e Israel llevaban a cabo bombardeos contra instalaciones nucleares iraníes en Fordow, Natanz e Isfahan. Además, el presidente no solo habría respaldado estas acciones militares, sino que las calificó como un “ataque preventivo necesario”, argumentando que “Israel está haciendo el trabajo sucio que otros no hacen”.
A su vez, llegó a reafirmar que Israel “ya nos salvó de Irak en 1981, de Siria en 2007, y ahora lo está haciendo de nuevo. Está salvando la cultura occidental”. Para fundamentar su posición, se apoyó en los trágicos atentados terroristas que sufrió Argentina en los años 90, específicamente los ataques contra la Embajada de Israel en 1992, que dejó 22 muertos y 242 heridos, y el atentado contra la AMIA en 1994, que causó 85 muertos y más de 300 heridos.
“Acá hubo dos atentados: AMIA y Embajada de Israel. 114 muertos. Irán es un enemigo de Argentina”, declaró el mandatario. La posición ha generado una fuerte reacción en el Congreso Nacional.
Los promotores del juicio político sostienen que estas declaraciones constituyen “una práctica usual del gobierno” de “esquivar al Congreso” en asuntos de política exterior. No es la primera vez que el bloque opositor presenta iniciativas similares: anteriormente habían iniciado un proceso contra la canciller Diana Mondino por un acuerdo con Reino Unido.
Una de las revelaciones más controvertidas ha sido la información trascendida por el comunicador kirchnerista, Pablo Duggan, quien aseguró que el ministro de Defensa, Luis Petri, solicitó al Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas un informe sobre “qué recursos puede poner Argentina para ayudar a Israel” en la guerra con Irán. Esta información ha encendido alarmas adicionales sobre el grado de involucramiento que pretende el gobierno.
El ministro Petri, por su parte, ha intensificado la cooperación militar con Israel mediante múltiples visitas oficiales. En diciembre de 2024, se reunió con su homólogo israelí Israel Katz para discutir acuerdos en ciberdefensa, vehículos aéreos no tripulados, protección fronteriza y comunicaciones satelitales. También se abordaron contratos de gobierno a gobierno relacionados con armas ligeras, municiones y equipos militares.
La nueva posición argentina genera preocupaciones sobre las posibles represalias contra la seguridad nacional. Como señaló el diputado Toniolli, “cualquier beligerante puede tomar esto como una declaración de guerra”. La amenaza iraní contra el argentino Rafael Grossi, director del OIEA, por su supuesta parcialidad en los informes sobre el programa nuclear iraní, ilustra el clima de tensión existente.
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