Dinamarca, en un movimiento legislativo sin precedentes en Europa, se prepara para convertirse en el primer país del continente en otorgar derechos de autor sobre los rasgos faciales, la voz y el cuerpo de sus ciudadanos. Esta iniciativa histórica representa una respuesta directa a la creciente amenaza de los deepfakes y la manipulación digital mediante inteligencia artificial.
“Con el proyecto de ley estamos diciendo, de forma clara, que cada persona tiene derecho sobre su propio cuerpo, su voz y sus rasgos faciales, algo que la legislación actual no protege de forma suficiente frente a la IA generativa”, afirmó el ministro de Cultura danés, Jakob Engel-Schmidt.
Esta reforma establecerá que si alguien crea un deepfake sin consentimiento, la persona afectada podrá exigir su retirada inmediata y solicitar una compensación económica. La medida no solo protege a personas famosas, sino que está diseñada para cualquier persona, yendo más allá de lo que comúnmente se conoce como derechos de personalidad en la mayoría de países.

En España, está amparado por el artículo 18 de la Constitución y desarrollado por la Ley Orgánica 1/1982. Por su parte, la Online Safety Act de 2023 del Reino Unido penaliza expresamente la pornografía deepfake, y en 2024 el grupo parlamentario español Sumar presentó una proposición de ley para regular las simulaciones de imágenes y voces generadas por IA.
Lo novedoso de la propuesta danesa es integrar estos derechos en la legislación de derechos de autor (copyright), lo que facilitará la eliminación de contenido no autorizado de las plataformas digitales. Esto representa un enfoque más directo que las complejas alternativas requeridas en otros Estados.
Protegerá toda la apariencia de un individuo, incluyendo su naturaleza y sus medios de expresión. Esto incluye no solo imágenes o grabaciones de voz, sino también gestos, movimientos corporales y estilos de interpretación. La legislación mantendrá excepciones para la parodia y la sátira, preservando así la libertad de expresión. Sin embargo, se centrará en frenar los usos dañinos como los videos falsos de contenido sexual, las estafas o las noticias manipuladas.

Las plataformas tecnológicas tendrán la obligación de eliminar estos contenidos cuando se les solicite, y podrían recibir multas importantes si no cumplen. Esto se alinea con el Reglamento de Servicios Digitales (DSA) de la Unión Europea, que ya obliga a las plataformas a actuar con rapidez ante contenidos ilegales.
La iniciativa cuenta con un amplio consenso político en Dinamarca, con el respaldo del 90% de los diputados. El texto de la ley será sometido a consulta pública durante el verano europeo de 2025 y se espera que sea aprobado en otoño, entrando en vigor antes de que termine el año. Durante su presidencia de la UE, Dinamarca buscará extender esta protección al resto de Europa e influir en el desarrollo de marcos legales similares en otros países europeos.
La problemática de los deepfakes ha evolucionado hasta convertirse en una amenaza real. En el primer trimestre de 2025 se registraron 179 incidentes de deepfake a nivel mundial, superando el total de todo 2024. Los costos económicos son significativos: las empresas afectadas por este tipo de estafas reportan pérdidas promedio de 414.000 a 552.000 euros por incidente, afectando especialmente a mujeres y menores, con el 99% de deepfakes pornográficos dirigidos a mujeres.
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