Las encuestas no son una referencia verdadera, ya que es imposible agrupar los pensamientos políticos de toda la población en un corto periodo de tiempo. Pero si tenemos que analizar dichas encuestas, podemos observar como la diferencia de intención de voto entre Lula y Bolsonaro, se acorta cada vez más, siendo esta diferencia de 5 o 6 puntos.
Pero, ¿Por qué Bolsonaro ha ganado tanta popularidad en las encuestas más recientes? El primer motivo se basa en la legitimidad del actual presidente, algo que no tiene su contrincante. A Lula le ha sido muy difícil explicar en estas elecciones su inocencia, y ahora más que nunca es consultado con gran rigor sobre este asunto.
Y es que, si vamos a la realidad, Lula nunca fue declarado inocente, como supuestamente el mismo dice. Él fue puesto en libertad porque fue juzgado en la localidad de Curitiba, cuando debería haber sido juzgado en Sao Pablo. Esto hecho anuló las causas contra Lula, ya que existe una norma en el derecho penal brasileño que determina que un proceso penal debe tener lugar en el tribunal del lugar donde ocurrió el presunto delito.
El exfiscal de Lava Jato, Deltan Dallagnol, afirmo: “Tres tribunales de primera, segunda y tercera instancia, jueces independientes, más los ministerios públicos que actuaban ante estas instancias de forma independiente, entendieron que había pruebas contundentes, no solo de corrupción, sino también de lavado de dinero”.
La otra causa que podría explicar el aumento de la popularidad de Bolsonaro se basa en su buen desempeño en los debates. Esta semana tuvo lugar un debate entre Lula y Bolsonaro, donde este último acorralo al ex convicto, al hablar de sus vínculos vinculados a la corrupción y al narcotráfico. Además, el actual presidente, hablo de la buena relación de Lula con los presidentes de la región que integran el Foro de Sao Pablo.
En el debate, la pésima gestión de Alberto Fernández no pasó desapercibida, ya que Bolsonaro tomo de ejemplo a la Argentina para mostrar que es lo que le sucedería a Brasil si votan a Lula. Lo que pueda suceder es incierto, pero no cabe duda que habrá un antes y un después en Latinoamérica luego de esta elección.