En el siempre convulsionado escenario político, dos nombres resuenan con fuerza: Eduardo Belliboni y Emilio Pérsico. Los “cuadros” del movimiento piquetero enfrentan complicadas acusaciones por actos de corrupción con fondos públicos destinados a planes sociales. Estos líderes —el primero del Polo Obrero, el segundo del Movimiento Evita y exfuncionario del Ministerio de Desarrollo Social— están bajo la lupa de la Justicia por maniobras delictivas que involucran miles de millones de pesos del programa Potenciar Trabajo.
Esta mañana, el juez federal Sebastián Casanello procesó a Belliboni por administración fraudulenta, señalando que hay pruebas suficientes para mantener que desvió fondos recibidos por el Polo Obrero en el marco del Plan Potenciar Trabajo y que los destinó a financiar al movimiento piquetero. El procesamiento de Belliboni sucede tras la imputación que el fiscal Gerardo Pollicita realizó sobre Emilio Pérsico, a quien considera haber formado parte de una “maquinaria de corrupción”.
AUTO-PROCESAMIENTO-BELIBONI.pdf.crdownloadSegún la acusación del fiscal, Pérsico encabezó una “matriz de corrupción” desde su rol en la Secretaría de Economía Social que permitió al Polo Obrero extorsionar a beneficiarios de planes sociales, utilizando los fondos destinados a actividades partidarias. La defraudación al Estado se estima en al menos 36 millones de pesos. La denuncia sostiene que tanto funcionarios del gobierno de Alberto Fernández como autoridades del Polo Obrero desviaron los fines de las políticas sociales para beneficio propio.
Casanello pudo comprobar que, para pagar el Salario Social Complementario, el Estado desembolsó dinero por contraprestaciones que “en la mayoría de los casos, siquiera se ofrecieron. Así, no sólo se incumplió el objetivo previsto normativamente, generando un perjuicio a las arcas del Estado (pues invirtió dinero en actividades que, en muchos casos, no se realizaron ni ofrecieron), sino que, además aprovechándose de la posición de poder que detentaban, retuvieron de manera indebida un porcentaje del dinero percibido por los titulares del programa“, puede leerse en el documento judicial.
El juez federal determinó que el dinero que no respondía a los gastos volcados en las facturas “truchas”, se habría utilizado para sostener y financiar la actividad partidaria del Polo Obrero. En el fallo, también se procesó a otras 16 personas por delitos como la defraudación y amenazas coactivas. Al líder del movimiento, Belliboni, se lo embargó por $390 millones, cifra que se estima fue la que involucró la facturación apócrifa.
doc1480262043Vale destacar que la investigación judicial nace a partir de denuncias anónimas a través de la línea 134 que el Ministerio de Seguridad ofrece a los ciudadanos para señalar extorsiones por parte de dirigentes piqueteros.