La empresa de origen chileno cerrará sus últimas tres sucursales en el país, completando su salida de la economía argentina. “En el contexto del plan que Falabella está llevando a cabo para hacer sustentable su operación en Argentina, la Compañía cerrará las tiendas por departamento ubicadas en Rosario, Martínez y en la calle Florida en la Ciudad de Buenos Aires”, informaron a sus empleados.
Falabella anunció el año pasado que se retiraría del país tras la severa crisis económica desencadenada por las políticas del Gobierno. De esta manera, unas 500 personas quedarán desempleadas.
Según expresa el informe financiero de la compañía, las rentas de la empresa disminuyeron un 25,9% durante los primeros nueve meses del año pasado. Falabella se enfrentó además a los controles de tipo de cambio (gran parte de su oferta es importada). Sin embargo, desde el sindicalismo, argumentan que el cierre de la empresa “es una decisión política, no hay problemas de recaudación o venta, es una decisión del grupo”.
Para el presidente de la Asociación Empresaria de Rosario (AER), Ricardo Diab, el cierre de la empresa “es un golpe muy importante para el centro” de la ciudad santafesina. Es que Falabella atraía a clientes al centro que realizaban compras.
“Muchos comerciantes decían que más allá de ser una competencia generaba una atracción para la zona céntrica, de paso compraban en otros locales”, especificó Diab y comentó que los negocios “no venden más del 30 ó 40 por ciento de lo que vendían”.
“La expectativa va cambiando, pensábamos que en marzo íbamos a tener un panorama más claro ante la llegada de la vacuna en diciembre y hoy estamos esperando nuevas comunicaciones para ver cómo se sigue todo. El horizonte no se ve con claridad, el gobierno dice no hay espacio para volver atrás, los comercios no aguantamos sin vender. Sabemos que en esta oportunidad no es fácil cerrar pero nadie garantiza nada”, señaló el referente de los comerciantes rosarinos.