


La aerolínea chilena Latam anunció este miércoles que dejará de volar en el país y presentará hoy un proceso preventivo de crisis ante el ministerio de Trabajo para discutir cómo desvinculará a sus 1.700 empleados.
La medida fue tomada tras una serie de reuniones en donde la empresa propuso, entre otras medidas en respuesta a la crisis, reducir los salarios de sus trabajadores al 50%, lo que no fue aceptado por el Gobierno y los gremios del sector.
La Argentina es la única filial regional de la empresa chilena que tomó esta drástica decisión, dejando sin vuelos de la línea a 12 destinos domésticos, 3 regionales y uno internacional. Las rutas a Santiago de Chile, Brasil y Perú se mantendrán y serán operadas por las empresas de esos países.



La empresa, que no vuela a nivel local desde el 20 de marzo, discutirá desde hoy el destino de sus empleados, en medio de un contexto en el que las empresas no pueden echar a sus empleados, según las leyes vigentes en Argentina.
Es la única filial regional de la empresa chilena que tomó está drástica medida luego de intentar, sin éxito, reducir salarios al 50 por ciento y otras medidas que no fueron aceptadas por los gremios ni el Gobierno.
Fue una decisión “muy difícil”, pero “lamentablemente inevitable”, dice la compañía, y aclara que realizó “todos los esfuerzos posibles”. “Tras 15 años de presencia ininterrumpida y después de haber atravesado numerosos obstáculos, en el complejo contexto de la pandemia y sus consecuencias a largo plazo, no resulta posible visualizar alternativas de continuidad para las operaciones”, sigue el texto.


