La reciente baja transitoria de los Derechos de Exportación establecida por el Decreto 38/2025 generó un aumento en las operaciones de granos, especialmente soja, aunque el ritmo de liquidación de divisas no mostró una suba marcada. Según la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), las agroexportaciones ingresaron USD 2.181 millones durante febrero, lo que significó un incremento del 45% en comparación con el mismo mes de 2024 y un alza mensual de 5,2% respecto de enero. Con este aporte, el acumulado de divisas en lo que iba del año ascendió a USD 4.254.787.089.
Las entidades explicaron que “el ingreso de divisas del mes de febrero es el resultado del inicio del Decreto 38/25 que implica una baja transitoria de derechos de exportación para el complejo cerealero-oleaginoso y que recién empezó a tener efectos a mediados de mes cuando se finalizó con las reglamentaciones del mencionado Decreto”. También señalaron que “el crecimiento de las compras de soja a precio y a fijar durante el mes de febrero marcaron el ritmo de ventas del productor”. El precio pizarra de la oleaginosa alcanzó los $331.000 por tonelada.

La reducción en las alícuotas de exportación se aplicó de forma diferenciada. El poroto de soja pasó de un 33% a un 26%, mientras que sus derivados retrocedieron del 31% al 24,5%. El maíz, el trigo, el sorgo y la cebada se redujeron del 12% al 9,5%, y en el caso del girasol, la semilla y el aceite bajaron del 7% al 5,5%; para los pellets, la tasa cayó del 5% al 4%.
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario indicó que, desde la publicación del decreto en el Boletín Oficial el 27 de enero, el volumen promedio semanal negociado de trigo, soja y maíz pasó de 1,82 a 1,98 millones de toneladas, lo que implicó una suba del 8,5% en comparación con las 10 semanas previas. El crecimiento se evidenció de manera dispar: en el caso del trigo, el volumen semanal descendió cerca de un 30%, con alrededor de 320.000 toneladas frente a las 460.000 anteriores. “La medida fue anunciada cuando ya se habían trillado casi la totalidad de los lotes y el arribo masivo de granos al mercado ya había cesado su presión. Además, el mercado internacional del trigo se enfrentó a una demanda poco dinámica”, explicaron.

Por su parte, el maíz registró un alza del 13,6% en su volumen semanal, al pasar de 795.000 a 905.000 toneladas. Este incremento respondió al buen desempeño exportador, que dominó destinos en Sudamérica, norte de África, Oriente Medio y Sudeste Asiático, además del comienzo anticipado de la cosecha del maíz temprano. La soja, en tanto, mostró un crecimiento del 32% en el volumen semanal, con más de 185.000 toneladas adicionales en las últimas diez semanas.
A pesar de este repunte en las ventas, un estudio de Portfolio Personal Inversiones observó que “pese a que la baja de retenciones al agro entró en vigor el 27 de enero, la buena performance del BCRA no se explicó por una aceleración en la liquidación del sector. Por el contrario, la media móvil de cinco días de la liquidación del agro recortó de USD 117 millones la semana previa a anunciarse la medida a USD 107 millones en la última semana”. Según este reporte, la reducción del plazo de 365 a 15 días para acogerse a las menores alícuotas “habría trabado en cierta medida la liquidación del sector, ya que evitó la liquidación anticipada de la cosecha gruesa”.

CIARA y CEC aclararon que no existieron retrasos en la liquidación de divisas y remarcaron que el complejo oleaginoso-cerealero aportó el 45% del total de las exportaciones argentinas. “El principal producto de exportación del país es la harina de soja, seguido por el aceite de soja, y el maíz”, precisaron los exportadores. También recordaron que “la mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de los granos y alcanza hasta 90 días para aceites y harinas proteicas”.
Según los datos empresariales, el volumen de ventas de soja, acompañado por la baja transitoria de retenciones, impulsó la comercialización de los productores. Aun así, CIARA y CEC destacaron que la Argentina continuó estancada en su producción y en su crecimiento exportador, dependiendo de las fluctuaciones de los valores internacionales para modificar su estructura de ventas al exterior.
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