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La prestigiosa calificadora internacional Moody’s publicó un informe en donde se relaciona a la economía de los países del G20 en contextos pandémicos. “Esperamos que el PIB real de todos los países del G-20 crezca en comparación con el año pasado, pero algunos países tardarán más que otros en volver a su plena capacidad”, expresaron.
El sondeo, publicado el pasado miércoles, da particular importancia a la “respuesta política” de los Gobiernos, es decir, la forma con la que éstos administraron la pandemia.
Para Argentina, el pronóstico es desolador: la economía es la que más cayó durante 2020 y será la que registre menor crecimiento en 2021. Durante el pasado año, el país registró una caída tres veces mayor a la de los otros países sondeados.
Para 2021, Moody’s prevé una recuperación del 5,3%, para Argentina esa cifra es del 5%. Para 2022, se espera que esa cifra sea 3,5% contra un 2%, respectivamente. En cuento a la inflación anual, el informe de Moody’s difiere con el Presupuesto 2021: 50% contra 29%, respectivamente.
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El Gobierno anunció un nuevo aumento en las tarifas de gas y electricidad para septiembre, con un incremento promedio del 4% en las facturas de los hogares, industrias y comercios en todo el país. Este ajuste se enmarca en la estrategia del Ministerio de Economía para continuar con la desaceleración de la inflación, impulsada por la reducción del Impuesto PAIS. Aunque se espera que esta medida contribuya al ordenamiento de precios relativos, también representa un nuevo golpe al bolsillo de los consumidores, particularmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
En el AMBA, el impacto será más pronunciado debido a que, además de las subas en las tarifas de energía, los servicios de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) verán un incremento del 4,48%, y los combustibles subirán un 2,5% promedio en todo el país por el diferimiento del impuesto a los combustibles líquidos (ICL). El ministro de Economía, Luis Caputo, junto a su equipo, está evaluando la magnitud exacta del ajuste, aunque las empresas del sector trabajan con una pauta de entre el 2% y el 4%.
La visión del equipo económico es que la desaceleración de la inflación, evidenciada en la reducción del Índice de Precios al Consumidor (IPC), permitirá seguir ajustando las tarifas sin generar un impacto inflacionario significativo. Según Caputo, la reducción del Impuesto PAIS contribuirá a que la inflación “baje otro escalón” en septiembre, continuando la tendencia observada en julio y agosto.
Las tarifas de energía incluyen varios componentes, como el precio de la luz o el gas, el transporte, la distribución y los impuestos. Actualmente, los usuarios residenciales cubren solo un porcentaje del costo real de estos servicios -57% del gas y 64% de la electricidad-, y el resto es subsidiado por el Tesoro. Caputo está analizando la posibilidad de reducir progresivamente estos subsidios para que los usuarios cubran el 100% del costo, aunque este proceso estará condicionado por la situación social y la necesidad de mantener la inflación bajo control.
Analistas del sector señalaron que la corrección de las tarifas es necesaria para evitar el deterioro en la calidad de los servicios, un problema que se acentuó durante las administraciones anteriores. A pesar de los ajustes, la situación social sigue siendo delicada, con una pobreza que escaló al 55% en el primer trimestre de 2024, según la UCA, en parte debido al impacto de la devaluación de diciembre pasado.
La gestión de Javier Milei oficializó la reglamentación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) mediante el decreto 749/2024, publicado recientemente en el Boletín Oficial. Este programa, diseñado para atraer inversiones extranjeras de gran magnitud, establece un conjunto de normativas destinadas a garantizar un entorno seguro y beneficioso para aquellos proyectos cuyo capital supere los 200 millones de dólares.
El RIGI tiene como objetivo principal brindar seguridad jurídica y una serie de beneficios fiscales a las inversiones en sectores estratégicos de la economía como petróleo y gas, turismo, infraestructura, minería, tecnología, siderurgia y energía. Estos sectores fueron seleccionados por su importancia para el desarrollo económico del país y por su capacidad para atraer inversiones que generen empleo y promuevan el crecimiento sostenible.
El régimen no se dirige a cualquier tipo de inversión, sino que se enfoca en proyectos que pertenecen a sectores clave para la economía nacional. Cada uno de los sectores tiene estipulado un monto mínimo de inversión para poder acogerse al régimen, con una base general de 200 millones de dólares. Sin embargo, en sectores más complejos, como el petróleo y gas, los requisitos son más elevados. Por ejemplo, las inversiones en transporte y almacenamiento deben superar los 300 millones de dólares, mientras que los proyectos de exploración y explotación requieren un capital mínimo de 600 millones de dólares.
El RIGI ofrece a las empresas que participen en el programa una serie de incentivos impositivos, aduaneros y cambiarios. En el ámbito fiscal, uno de los beneficios más destacados es la reducción del Impuesto a las Ganancias al 25% para los Vehículos Titulares de un Único Proyecto (VPU). Además, se permite la amortización acelerada de bienes muebles e infraestructura, lo que facilita la recuperación de la inversión inicial a través de menores pagos de impuestos. Las empresas también podrán solicitar la devolución de los saldos a favor del IVA en un plazo máximo de tres meses y computar el 100% del Impuesto sobre Débitos y Créditos Bancarios como crédito en Ganancias.
En el ámbito aduanero, las empresas adheridas al régimen estarán exentas del pago de derechos de importación por bienes de capital, repuestos, partes e insumos necesarios para sus proyectos. Durante los primeros tres años, también estarán exentas del pago de derechos de exportación, lo que incrementa la competitividad de sus productos en los mercados internacionales.
Por otro lado, los incentivos cambiarios contemplan un alivio gradual en la obligación de liquidar las divisas generadas por exportaciones. En los primeros dos años de iniciada la inversión, las empresas solo estarán obligadas a liquidar el 20% de las divisas en el mercado de cambios, porcentaje que aumentará al 40% en el tercer año y llegará al 100% en el cuarto.
Las empresas interesadas en formar parte del RIGI disponen de un plazo de dos años, a partir de la entrada en vigencia del decreto, para solicitar su adhesión, con la posibilidad de extender este plazo un año más. Este periodo permite a las empresas planificar y estructurar adecuadamente sus inversiones antes de comprometerse formalmente.
Para mantenerse dentro del régimen, las empresas deben cumplir con ciertos requisitos, como haber completado al menos el 40% del monto mínimo de inversión en activos dentro de los dos primeros años desde la aprobación de su solicitud. El incumplimiento de estas condiciones puede derivar en la pérdida de los beneficios, aunque no de manera retroactiva.
Desde el próximo lunes 2 de septiembre, el Gobierno confirmó que habrá una reducción del Impuesto País del 17,5 por ciento al 7,5.
Ante la novedad, tanto el presidente Javier Milei como el ministro de Economía, Luis Caputo, reaccionaron en sus redes sociales.
“Importante!”, indicó el funcionario en su cuenta de X sobre el anuncio, y agregó: “Prometimos y cumplimos!”.
En esa línea, también se manifestó Milei. Quien compartió el mensaje de su ministro y sentenció: “La palabra se cumple”.
Al ser consultado sobre si los precios van a subir a raíz de los beneficios en los costos de importación, Caputo dijo que gracias a la reducción del Impuesto PAIS “se va a impulsar una baja”. Y sostuvo: “En septiembre vamos a ver una disminución precios. Nos hemos juntado con muchas cámaras [empresariales] para transmitirles que la gente tiene que recibir y percibir del otro lado. La confianza es de los dos lados, nosotros con las industrias y las industrias con la gente. Lo importante es que se entienda que entre todos se tiene que construir un nuevo modelo. No tiene que ser un tema de especular. La reacción de todos ha sido muy buena”.
“El lunes baja lo que nosotros habíamos subido [al inicio de la gestión], de 7,5% a 17,5%”, comenzó el funcionario de Javier Milei, y justificó la suba inicial: “Lo subimos y dije que iba a ser temporario para ganar poder de negociación en un momento que queríamos pasar la Ley Bases. Estábamos en inferioridad de condiciones. Teníamos que demostrar que podíamos ir al equilibrio fiscal solos. En ese momento esa era la única posibilidad”, indicó en diálogo con Radio Rivadavia.
El gravamen –creado por Martín Guzmán, extendido por Sergio Massa e incrementado por la actual gestión– volverá a los niveles previos al 10 de diciembre. Esto implica que pasará del 17,5% –nivel al que lo subió Caputo– para retornar al 7,5% para todos los bienes y servicios.
“Sos un benefactor social”, elogió el presidente Javier Milei a Marcos Galperin, CEO de Mercado Libre, quien hizo de anfitrión en la visita del mandatario a la sede de Saavedra.
El predio fue el escenario por segunda vez de una cumbre entre un jefe de Estado y el empresario argentino más importante. El primero fue durante su inauguración, en 2019, una celebración por los 20 años de la firma en la que estuvo presente Mauricio Macri.
Es inevitable encontrar simbologías. En el predio que solía ser de una empresa “tradicional” (la fábrica de lamparitas de Philips), sigue creciendo una firma de “lo nuevo”.
Pero también ocurrió algo no tan común: un presidente corriéndose del lugar de benefactor y entregando ese rol a una compañía que anunció inversiones millonarias y miles de empleos. Algo que 5 años atrás, generó un inside joke que poca gracia debe hacerle al CEO: “Viva Galperón”.
LAS INCREÍBLES CRIFRAS DE MERCADO LIBRE:
El gran anuncio del unicornio estuvo relacionado con la ampliación del su centro de distribución en la zona del Mercado Central, en el partido de La Matanza, que cuenta con tecnología de clase mundial. En los próximos meses, el unicornio invertirá u$s75 millones para ampliarlo:
57.000 metros cuadrados (equivalente a nueve estadios, según la firma)
2.300 nuevos empleos
El plan tiene un timing perfecto. En primer lugar, las cifras de ampliación superan al supermercado más grande del país que Coto abrirá en Mar del Plata a fin de año: con 30.000 metros cuadrados y 700 trabajadores.
Además, el comercio electrónico crece pese a todo: según la cámara del sector (CACE), 18% de las ventas minoristas pertenecen al ecommerce, tres puntos porcentuales más que hace un año.
En cuarto lugar, la participación del marketplace es sensiblemente menor que la de su billetera virtual, una rareza que no coincide con sus otras plazas de importancia:
Brasil sigue al tope de la tabla con u$s2.786 millones, entre su negocio de comercio electrońico (u$s1.701 millones) y financiero (u$s1.085 millones)
México: u$s1.201 millones, repartidos entre ecommerce (u$s799 millones) y fintech (u$s402 millones)
Argentina: u$s863 millones, con mayor participación de la billetera (u$s556 millones) que del marketplace (u$307 millones)
Las cifras hacen presumir que ampliando su capacidad de procesamiento de paquetes en 200.000 productos diarios en el AMBA puede lograr que ambas puntas se acerquen. Pero también le marcan la cancha en suelo natal a varios gigantes de la venta online que se asomen en el país.
LOS COMPETIDORES DE MERCADO LIBRE:
Existe un mito que asegura que el marketplace de Amazon no entró a Argentina por una política activa de los últimos gobiernos para proteger al unicornio.“Competimos contra ellos en Brasil y México y les ganamos en ambos países”, suele defenderse Galperin. Las cifras lo acompañan.
Pero en el sector ecommerce aseguran que el gigante global no tiene al país en el radar por un error “no forzado”. “No viene por el mismo motivo por el que se fueron Falabella o Dafiti: el dólar. Bezos no va a entrar en un lugar del que no puede salir”, dispara un emprendedor del ecommerce que tropezó veces con la misma piedra.
En efecto, Amazon no hubiese podido girar divisas al exterior, importar productos ni contar con un stock confiable como sucedió con Dafiti, que muchas veces tenía quiebres de stock de zapatillas ante fábricas que no podían traer insumos de afuera.
La misma maraña regulatoria del mercado cambiario hace que, por ejemplo, empresas de servicios digitales como Netlfix o Amazon Prime Video ni piensen en abrir una oficina en Argentina y utilicen pasarelas de pago locales, en su mayoría, Dlocal o PayU.
La política de apertura de Milei, con fuertes señales a los importadores ni bien asumió, puede renovar las intenciones de Amazonpara un pie en el país, como el depósito que tiene en Chile para tener una suerte de “reserva” de productos más vendidos.
Lo mismo se habla de Shein, el “Zara online” chino que, según se rumorea, planea aumentar su presencia en suelo albiceleste con alguna ubicación portuaria que agilice la entrega de prendas de fast-fashion.
El “rayo libertario” del Gobierno también aceleró el “operativo retorno” de Falabella en Mendoza, un rumor que suena cada vez más fuerte. Esa vuelta puede tener su réplica en el mercado online, con Linio, su propio marketplace que nunca terminó de despegar en la Argentina.
Pero el anuncio del unicornio puede anticipar otra posibilidad en sintonía con una mayor apertura de las importaciones: que habilite el comercio crossborder con EEUU (como ya lo hace en Brasil y México) o bien entre países de la región.
El Gobierno ya dio varios pasos en la agilización de la Aduana. El último de ellos, la certificación de calidad para ciertos productos, que según Federico Sturzenegger sólo servían para engrosar gastos públicos al enviar inspectores “a la fábrica de Lego en Suecia“.
Sin embargo, en el sector logístico advierten que el gran problema hoy es que “todo paga impuestos”. En Brasil, por ejemplo, se eximen las compras menores a 500 dólares. Pero el enfrentamiento entre Brasil y Elon Musk, más la buena sintonía del magnate con el libertario y la gira al Silicon Valley de Milei, pueden lograr que Argentina suba su perfil.
Queda por ver si este plan del unicornio forma parte de otro mayor, que signifique un mayor diseño y prueba de servicios del conocimiento. Según el propio Galperin, en los últimos años se trasladaron varios de estos empleos a otros países del vecindario.
De cambiar la tendencia, la compañía más valiosa de la región podrá sacarle todo el jugo a la combinación de talento argentino e ingenio criollo, base de gran parte de su expansión y relevancia en la región.
La Argentina dejará de importar gas natural desde Bolivia en los próximos meses. Es el fin de una era: se trata de la terminación de un contrato que firmaron hace 18 años -en 2006- los ex presidentes Néstor Kirchner y Evo Morales, y que entró en vigencia el 1 de enero de 2007; iba a durar 20 años, hasta el 31 de diciembre de 2026.
En este tiempo, Argentina destinó casi u$s 20.000 Millones a esas importaciones. Pero gracias a Vaca Muerta y la concreción de dos obras estratégicas para el transporte de gas, será historia. En concreto, la reversión del Gasoducto Norte avanza y está a punto de terminarse, por etapas. El gasoducto hoy trae el combustible desde Bolivia. Pero con la reversión de su flujo, podrá llevar el gas argentino a siete provincias del norte, y además ser una vía para las exportaciones a Brasil.
Las empresas Techint (Paolo Rocca) y Sacde (Damián y Marcelo Mindlin) terminaron recientemente la construcción de 100 kilómetros del Gasoducto de Integración Federal, que unirá las localidades de Tío Pujio y La Carlota, en Córdoba, y que entregarán a la empresa pública Energía Argentina (Enarsa).
Es la única obra pública grande que sigue en pie se completa con otro tramo de 22 kilómetros y tareas complementarias, que ejecuta la constructora BTU, y 4 plantas compresoras en Córdoba, Santiago del Estero y Salta, a cargo de Esuco. Una parte de la reversión del Gasoducto Norte deberá estar lista en la segunda quincena de septiembre, mientras que las plantas se demorarían hasta marzo a julio 2025, por su bajo nivel de ejecución actual.
El proyecto estuvo a punto de ser cancelado con el cambio de gobierno, pero Paolo Rocca intercedió ante Javier Milei para convencerlo de la importancia estratégica de terminar las licitaciones y poner manos a la obra. Incluso, la transición fue uno de los motivos que demoró el inicio de la obra, que debió haber estado terminada en mayo de este año, antes del invierno.
El Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) aportó financiamiento por u$s 540 Millones, de los cuales ya desembolsó 417.417.675 dólares (el 77%). El resto será financiado con fondos públicos. Con todo, la capacidad de transporte de gas natural desde el Centro del país hacia el Norte trepará a 19 MMm3/d.
La 8° adenda al contrato de importaciones de Enarsa con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) terminó el 31 de julio de este año. Con la 9° adenda, se extendió la provisión por hasta 4 MMm3d, mientras tanto se termine la reversión. Después terminará el contrato.
La producción de Bolivia cae aceleradamente y la de Argentina crece, por lo que ya no se necesita ese gas. La situación es posible también por la puesta en marcha entre 2022 y 2023 del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), en la que participaron las mismas constructoras.
Desde agosto 2023, el caño transporta desde Vaca Muerta unos 11 MMm3/d, mientras que a partir de este mes, con la terminación de la planta compresora (PC) Tratayén Neuquén tiene una capacidad operativa de 16 MMm3/d, aunque durante algunos días lleva incluso 18 MMm3/d.
Así hay sustitución de importaciones de combustibles líquidos gasoil y fuel oil- y de Gas Natural Licuado (GNL) por el equivalente a más de u$s 2.500 Millones anuales. O, como remarcan especialistas del sector: trabajo argentino en lugar de “comprar empleo” afuera.
Entre septiembre y octubre, además, se terminará la PC Salliqueló, en la otra punta del GPNK, y se ampliará la capacidad en otros 5 MMm3/d.
Y está pendiente para fin de año la PC Mercedes, que servirá para transferir gas entre los sistemas de Transportadora de Gas del Sur (TGS) y Transportadora de Gas del Norte (TGN), un refuerzo para la confiabilidad del suministro en el Gran Buenos Aires (GBA) y alrededores.
De esta forma, la Argentina alcanzó en 2023 el equilibrio en la balanza comercial energética después de un 2022 con un déficit de u$s 4.400 M- y este año tendrá superávit por u$s 5.000M, en un camino en el que nunca más tendrá resultados negativos, si continúa creciendo la producción en Vaca Muerta y se desarrollan sus obras asociadas.
Con estas obras, Argentina comenzará a exportar gas a Brasil.
Esta semana, la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) anunció la suspensión de la financiación de nuevos proyectos de investigación científica al menos hasta 2025. Esta decisión, comunicada por la titular del organismo, Alicia Caballero, a las autoridades del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), generó preocupación e impacto en la comunidad científica.
La suspensión de la financiación de investigaciones afecta directamente a los proyectos conocidos como “PICTs” (Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica), los cuales son fundamentales para el desarrollo de la ciencia en el país.
Desde su creación en los años 90, la investigación científica dependió de un esquema de financiamiento que incluye infraestructura a cargo de las universidades y el Ministerio de Ciencia, salarios y recursos humanos financiados por el CONICET, y los proyectos específicos cubiertos por la Agencia I+D+i. Este último es el organismo responsable de financiar el “hacer” de la ciencia, que abarca desde la compra de equipos y reactivos hasta la organización de encuentros científicos y el apoyo a startups basadas en ciencia.
La decisión de suspender la financiación de nuevos proyectos hasta 2025 incumple, según detallaron, con la ley nacional que establece el financiamiento progresivo de la ciencia y tecnología con el objetivo de alcanzar el 1% del PBI en 2030. Este incumplimiento no solo representa un recorte de recursos, sino que pone en riesgo la continuidad y la calidad de la investigación científica, y amenaza con provocar un éxodo de talentos.
La preocupación de la comunidad científica
La medida fue recibida con preocupación y sorpresa en los círculos académicos y científicos. Alejandro Vila, un reconocido investigador del CONICET y miembro de la Academia Americana de Microbiología, expresó que “cancelar la investigación científica provocaría un daño irreversible” y comparó la situación actual con la crisis de los años 90, cuando el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, hizo su tristemente célebre comentario de que los científicos debían “lavar los platos”. Según Vila, la suspensión de proyectos significaría “la destrucción de años de trabajo” y pondría a la ciencia argentina en una situación crítica.
El investigador señaló además que la investigación ya venía avanzando “a paso de tortuga”, debido a la falta de actualización de los presupuestos desde el kirchnerismo, en 2021: “Los pesos que nos otorgaron en 2020/2021 representaban unos 20 mil dólares, y hoy los cambiamos por 2.000 dólares, cuando todos los insumos están dolarizados“, explicó el científico, subrayando la imposibilidad de adquirir nuevos equipos o incluso reparar los existentes.
Por su parte, Oscar Botyasso, doctor en medicina e investigador superior del Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de Rosario (CIUNR) y del CONICET Rosario, se mostró igualmente consternado por la medida, afirmando que “uno se pellizca y no lo puede creer”. Botasso recordó que la Agencia I+D+i financió la ciencia de forma ininterrumpida desde 1998, y expresó su esperanza de que “el Gobierno recapacite porque los montos para el Estado tampoco son tan altos”.
No conozco jubilados que prendan fuego tachos, les peguen a la policía y marchen encapuchados. Esta es la máxima expresión de militantes políticos que solo buscan el Kaos. pic.twitter.com/KLZajYzTa4