Con la provincia de Buenos Aires atravesando una de las peores crisis financieras de su historia, la orden desde el gobierno nacional fue la de austeridad absoluta. Obediente, Axel Kicillof le solicitó a sus ministros minimizar las compras y contrataciones, aprovechando que por efecto de la cuarentena la mayoría de las dependencias estatales se encuentran cerradas al público.
A pesar de que organismos como ARBA y el ministerio de Justicia se embarcaron en polémicas compulsas, como la que Cristian Girard, titular de la agencia de recaudación bonaerense, lanzó para la adquisición de saquitos de té, cucharitas y café, la enorme mayoría de las dependencias adoptaron una postura conservadora, haciendo gala de una notable obediencia a las órdenes de Kicillof. Prueba de ello es, por ejemplo, la notable disminución de contrataciones publicadas en el boletín oficial.
Sin embargo, pareciera que el gobernador de la provincia de Buenos Aires es adepto al lema “haz lo que digo, pero no lo que yo hago”. A pesar de los pedidos de austeridad para sus funcionarios y de paciencia infinita ante los cientos de miles de afectados por las constantes prórrogas de la cuarentena, su salario ya asciende a 433.196 pesos mensuales, uno de los más altos del mundo político nacional.
Resulta llamativo este guarismo en medio de una crisis económica sin precedentes, del mismo modo que preocupa que el gobernador de la provincia de Buenos Aires siga teniendo como domicilio principal el de avenida de Los Constituyentes, en Capital Federal. De hecho, entre los años 2015 y 2019 fue diputado nacional por CABA, cargo por el que fue presidente de la comisión de Economía y miembro de las comisiones de Comercio e Industria.
Por otro lado, el historial laboral de ANSES refleja que el gobernador Kicillof pareciera tener toda una vida viviendo del estado. En efecto, durante los últimos años cumplió roles de diputado nacional, gobernador y aún ostenta un contrato del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Antes de ello, fue ministro de Economía y subinterventor de YPF.
*Fuente: Realpolitik
