Antes de comenzar el acto en Tucumán, publicó en las redes “[…] Estamos cerca del mañana que queremos. Un mañana en el que recuperemos la alegría y sigamos reconstruyendo nuestra querida Argentina”.
Lo vemos ingresar al jardín con mucho respeto, amable y saludando a todos los presentes. Los cortes de cámara que lo favorecen, muestran al presidente cerca de los trabajadores y a los trabajadores agradecidos con él. Este es otro intento de Alberto Fernández por posicionarse de manera positiva en la mente de los ciudadanos. Alberto no es un líder carismático, y no fue pensado para enamorar a multitudes sino todo lo contrario, su estilo de liderazgo es en base al poder duro de la “amenaza” y la recompensa. El liderazgo carismático es el papel que juega Cristina, que ya tiene consolidado un vínculo con el electorado.
Mientras transcurría el acto oficial, sonaba de fondo “el país de la libertad” y en las calles de Tucumán un grupo de autoconvocados se dirigía a Plaza Independencia con banderas argentinas y consignas en contra del gobierno nacional, se toparon con un cordón humano de la policía, el encuentro terminó en forcejeos y puñetazos.
A lo largo de toda la campaña de 2019, encontramos diseños gráficos y audiovisuales con expresiones del tipo “entre todos”, “todos los argentinos y todas las argentinas”, “todos juntos”, que alimentan la apuesta por elaborar un colectivo de identificación amplio; así, por ejemplo, “necesitamos unir los esfuerzos de todos los argentinos y de todas las argentinas” (CFK, 7 de agosto de 2019), “Acá nadie sobra, todos hacen falta. […] el tiempo que se viene es todos juntos… (AF, 25 de mayo de 2019), “Vamos a convocar a todos los argentinos, a todos y a todas, a los que no creyeron en nosotros vamos a pedirles que nos acompañen. No vamos a preguntarles de dónde vienen, vamos a preguntarles si quieren […] una Argentina justa, una Argentina solidaria […] (AF, 24 de octubre de 2019). [Fragmento de Como la cigarra. Relatos de ilusión y desencanto en la campaña presidencial del Frente de Todos]
La estrategia es volver a lo que funcionó, volver a la campaña de 2019, reflotar aquel discurso donde se promete un gobierno donde todos los ciudadanos son partícipes; docentes, médicos, obreros, agentes de las fuerzas de seguridad, personal de limpieza, universitarios, el Kiosquero, … , TODOS. El gobierno llega a las legislativas de 2021 sin poder exhibir todavía resultados. Quieren imponerse en las elecciones de este año, y para lograrlo los vamos a empezar a ver más unidos que nunca, quizás necesiten del triunfo de Argentina en la copa América para unir a los argentinos. Fortalecer esa unidad es el condimento al relato utilizado en 2019, aquella visión de un futuro optimista, volver a darle vitalidad vitalidad al núcleo duro e intentar ilusionar a los votantes “independientes”.
Como pasó en 2019, la población está esperando con ansias que llegue el proceso electoral, depositaron confianza en Alberto Fernández y les fue muy mal, hoy nadie ve que los ciudadanos sigan depositando confianza en Alberto y la gente del Frente de Todos.
El presente es con TOD☀️S en casa, el futuro es para algunos.