El 52,4 por ciento que le dio la Gobernación de Buenos Aires a Axel Kicillof en el 2019 habría quedado atrás y, ya sin María Eugenia Vidal de frente, pareciera ser que una reelección para Todos se encontraría muy por detrás. Por lo tanto, Juntos se prepara en cada rincón bonaerense para reforzarse y volver a pintar de amarillo el territorio en el 2023.
Las legislativas del 2021 sirvieron como termómetro, pero ello disgustó bastante, entendiendo que la figura de la platense Victoria Tolosa Paz se encarnó en un peón neutro. Lo cual ya es un panorama para el oficialismo que busca poner al ex ministro de Economía K como nueva puesta en escena.
Ahora bien, la labor de Todos es poner una compañera de fórmula para Buenos Aires que resulte ser de tracción o peso. En su momento, se habló de la titular de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSeS), Fernanda Raverta, pero ello generaría rispideces por tratarse de una fórmula puramente “cristinista”.
De momento, quién también resonará con fuerza en los medios es la presidente de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), Malena Galmarini, mujer del superministro Sergio Massa. El problema surge en si la vicemandataria Cristina Fernández de Kirchner estaría dispuesta en ceder tal espacio que da poder en el Senado bonaerense.
Juntos y el avance territorial
Bajo la normativa nueva de Juntos, está el intendente de La Plata, Julio Garro, quién se hace de poder sobre la provincia de Buenos Aires como jefe del sector de Propuesta Republicana (PRO), plantea ganarle al kirchnerismo en territorio. Ya que, en el foro del espacio es el vocero principal y con mejor posicionamiento.
Sin ir más lejos, ha empezado a sentarse con sectores del peronismo, radicalismo y hasta ciertas seccionales libertarias, para evitar que la figura de Javier Milei crezca. A tal punto de llevarse en buena manera con la Coalición Cívica ARI (CCA), más allá de algún cruce gris con la líder del partido, Elisa “Lilita” Carrió.
Las otras “patas” de candidaturas están con los diputados nacionales Diego Santilli y Cristian Ritondo, quienes dividen entre “Halcones” y “Palomas” al espacio amarillo. Si bien corre con ventaja “El Colo”, por ser la cara ganadora de la última contienda, el ex ministro de Seguridad de Vidal cuenta con el respaldo de la presidente del PRO, Patricia Bullrich.
En menor medida se descubre la figura del intendente de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, el cual muchos ya descartan o hasta lo llegan a visualizar como jugada de último momento para negociar alguna banca en el Poder Legislativo bonaerense.
¿Y, los radicales?
La Unión Cívica Radical (UCR) hace lo suyo en la provincia de Buenos Aires, pero caminando desde muy atrás ante lo que muchos entienden como: no hay nada más peronista que el territorio bonaerense. Aunque, la ventaja está sobre aquellas seccionales como la Quinta, en donde son sumamente fuertes.
Por ejemplo, la cabeza de esa facción es el diputado provincial Maximiliano Abad, el cual no es visto como alguien fuerte, sino una compañía para la fórmula de unidad. Ya que, la proyección dentro del partido, por su parte, es a tener en cuenta.
Otro de los que se originan como señales de fuerza, es el intendente de San Isidro, Gustavo Posse. Este ya hace bastante se viene presentando como un precandidato, aunque, en sus últimas y esporádicas apariciones, se mantiene al margen como una posible fórmula junto a Santilli.
Más allá de los nombres particulares, nadie puede negar que la atracción más novedosa para todos es la del diputado Facundo Manes, el caballo de batalla para la UCR en cualquiera de sus frentes. ¿Tendrán lugar en el territorio?
Ante todo lo referido, es propicio dejar en claro que Juntos está muy separado en diferentes plazas, pero cuentan con una estructura más sólida. Sin embargo, desde Todos, está claro que ser oficialismo y pensar en la campaña electoral, ya no es lo suyo.