El Presidente de la Sociedad Rural de Córdoba, Pedro Salas, representa una cruel paradoja: ocupa un cargo directivo dentro de una entidad agraria pero pertenece al kirchnerismo y opera para ese sector, que tanto bastardea al sector rural. Básicamente, es un “infiltrado”.
En reiteradas oportunidades, el autodefinido como “ruralista K”, declaró en contra del sector que (no) representa y a favor de la oligarquía de la que forma parte. De hecho, no es algo que disimule: en septiembre de 2019 explicó su voto al Frente de Todos en una entrevista que le realizó el pasquín oficialista Página/12.
Recientemente, tras las declaraciones del Intendente ultra K de Pehuajó, Pablo Zurro, el “ruralista K” afirmó, sobre las retenciones que recaen sobre el maíz que “seria por lo menos para sentarse a conversarlo, pero es muy difícil sentar a todos”.
Estas declaraciones se desarrollaron en una emisión El Destape Radio, conducido por el operador Roberto Navarro. En ese marco, para Salas, “los supermercados se mandan un Whatsapp y en cinco minutos arreglan el precio”.
El militante del intervencionismo estatal sobre el agro se mostró en contra del paro que el sector dictaminó tras la suspensión de las exportaciones de carnes.
En contacto con Las Primeras Noticias, Salas argumentó el 19 de mayo que la Mesa de Enlace “se opone sin motivos” a la medida de la suspensión de la carne.
“La medida todavía ni siquiera es un hecho. Todavía no se público en el Boletín Oficial”, señaló Salas y afirmó que las entidades que conforman la Mesa de Enlace “tienen una actitud que no se condice con el momento histórico que estamos viviendo”, señaló.
Agregó además que “la Mesa de Enlace tiene una actitud político partidaria, se oponen por oponerse. Son la rama rural del macrismo y de Juntos por el Cambio. No son parte de la solución”.
¿QUIÉN ES PEDRO HUMBERTO SALAS?
Una investigación del periodista Matías Longoni, publicada en Bichos de Campo, detalla a la perfección la figura de este controversial enemigo del sector rural.
Salas es abogado y presidente de Sociedad Rural de Córdoba desde mediados de 2018. Su único vínculo con el agro, según sus declaraciones, se da gracias a que su familia tenía algún interés ganadero en la vecina provincia de Catamarca, donde nació y vivió hasta que se fue a estudiar derecho a Córdoba.
“Así que en realidad este ruralista K es un abogado recibido en Córdoba, de 57 años, que tiene un empleo fijo en Osdepym (la obra social ligada históricamente a la CAME), y que en la AFIP figura además como monotributista dedicado a brindar servicios jurídicos. El agro no aparece en su currícula ni como actividad secundaria. Bichos de Campo tampoco pudo encontrar su nombre ligado a alguna sociedad dedicada al rubro productivo”, se explica en citada nota.
Además, resuena un dato llamativo, la entidad que dirige Salas se convirtió “casi en una cáscara vacía: prácticamente no tiene productores asociados y mucho menos despliega una actividad gremial”. Según confirmaron fuentes a citado portal, Salas “utiliza la chapa de la Sociedad Rural de Córdoba para escalar posiciones en la interna de la organización”.
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