

Hoy Argentina llegó al millón de casos. Tras conocerse la noticia, el férreo defensor de la cuarentena severamente estricta, Pedro Cahn, comenzó a “lavarse las manos”…
Las palabras que titulan esta nota fuero dadas por el director científico de la Fundación Huésped en diálogo con La Nación. “No formamos parte del Gobierno, no gobernamos, no decidimos, solo damos opiniones, sugerencias que a veces son tomadas y otras veces no”.
Agrego además: “Trabajamos ad honórem; para renunciar, como piden algunos, primero nos tienen que contratar. Ponemos a disposición artículos, novedades científicas y cuando nos reunimos con las autoridades sanitarias intercambiamos opiniones. Es el Gobierno el que toma las decisiones, no nosotros”.
En la nota publicada por citado portal se recalca la idea de la autocrítica. A siete meses del primer caso de Covid-19 informado en el país, algunos de los miembros del comité aceptaron hacer una evaluación de su desempeño y, en algunos casos, también una autocrítica. “El resto se excusó de participar o no respondió” escribieron los periodistas Giambartolomei y Czubaj.



“No recuerdo que le hayamos dado al Gobierno una sugerencia que sea equivocada. Hemos sido bastante prudentes en general, recomendando algunas acciones que no siempre se llevaron a cabo” disparó Cahn.
Para él, si el confinamiento no hubiese comenzado en marzo “hoy habría cuatro o cinco veces más muertos porque no hubiesen alcanzado las camas” ya que durante los primeros meses de aislamiento se reforzó el sistema de salud de todo el país.
Sin embargo, plantea: “La cuarentena se fue deshilachando por el cansancio o por los mensajes de algunas personas anticuarentena.
“También faltó una política más enérgica de búsqueda de contactos porque la cuarentena sola no resuelve el problema, habría que haber aislado a los contactos y testearlos para ir adelantándose al virus. No se trata de testear en forma indiscriminada con testeos masivos, sino en la búsqueda de pacientes asintomáticos en ciertos conglomerados”, agregó.


