Este lunes pasado, La Ciudad de Buenos Aires amaneció empapelada con afiches con la cara de la vicepresidente y algunas leyendas poco favorecedoras para la misma, “asesina”; “culpable de 35.000 muertes”, eran algunos de los textos que se podían leer en los carteles. A raíz de esto, comenzó una investigación a pedido de la Fiscalía General de la Ciudad para dar con los responsables.
A días de lo sucedido, el Ministerio de Justicia y Seguridad comenzaron una investigación, dieron con los videos de las cámaras de vigilancia de la zona, y allí pudieron ver al ahora detenido bajarse de una camioneta Fiorino y pegar los carteles.

El hombre de 37 años, residente de Villa Luzuriaga fue demorado, entre sus pertenencias encontraron una factura de cartelería. Por esta investigación fueron demoradas tres personas más, (que el detenido principal habría señalado como cómplices).
En una de las imprentas que allanaron, encontraron gigantografías publicitarias de la campaña del 2019 del FdT, con imágenes de Cristina Kirchner, Axel Kicillof, Verónica Magario, entre otros.

En esta imprenta dieron con un hombre de 22 años que tenía un permiso para manejar la camioneta que fue vista en el lugar de los hechos. Esto expone la complicidad de los sujetos detenidos y la relación laboral en concordancia con los pedidos políticos.
No sería la primera vez: Las victimizaciones de Cristina
Podríamos decir que Cristina tiene la necesidad de ser el centro de atención y siempre lo logra, aunque el enfoque principal de la problemática haya estado en otro punto todo el tiempo. Tal así fue cuando asesinaron al fiscal Alberto Nisman. Con el país de luto y sorprendido de la impunidad del poder, Cristina salió a dar una cadena nacional, como nunca, al parecer olvidando que estaba de luto hace años, vestida completamente de blanco y como detalle que alguna consumidora serial de telenovelas mexicanas le habrá recomendado, un dudoso yeso.

Sin retroceder tanto en el tiempo, hace unas semanas en medio de las manifestaciones y destrozos protagonizados por las organizaciones sociales de izquierda, Cristina también halló la forma de ser el centro de atención. Los destrozos del Congreso y alrededores le costarán a los contribuyentes más de 10 millones de pesos, según el Gobierno de La Ciudad, además en la misma protesta, varios manifestantes se violentaron, no solo contra los edificios públicos, si no contra los oficiales de policías que estaban allí tratando de poner orden en medio del caos. Una policía fue prendida fuego con una bomba molotov, pero Cristina, lo ignoró. Fue más importante para la vicepresidente los destrozos contra su despacho, o al menos eso fue lo que expuso cuando creó ese video en donde expone los vidrios rotos, piedras y se lamenta.
Cristina Kirchner on Twitter: “Otra vez… inmensa pena. pic.twitter.com/bFP7Znz0sy / Twitter”
Otra vez… inmensa pena. pic.twitter.com/bFP7Znz0sy
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