Este domingo seis jóvenes varones mayores de edad, de entre veinte y veinticuatro años, abusaron de una joven en el interior de un auto en el barrio porteño de Palermo, en el que se encontraron marihuana y pastillas de LSD.
Pese a que ya había salido el sol y el auto no tenía vidrios polarizados, quienes detectaron la situación e intervinieron en defensa de la joven, que se hallaba en estado de somnolencia, fueron dos vecinos, quienes además alertaron a las fuerzas de seguridad.
La ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, dio su particular visión de lo sucedido, al afirmar que la violación grupal de una joven “no se trata de un hecho aislado”. Los responsables “no son monstruos, son varones socializados en esta sociedad”, por lo que transfirió la culpa al conjunto de los argentinos y no a los depravados que lo llevaron a cabo.
“Es tu hermano, tu vecino, tu papá, tu hijo, tu amigo, tu compañero de trabajo. No es una bestia, no es un animal, no es una manada ni sus instintos son irrefrenables. Ninguno de los hechos que nos horrorizan son aislados. Todos y cada uno responden a la misma matriz cultural”, afirmó.
A continuación, Gómez Alcorta presentó su “solución”: profundizar la Educación Sexual Integral (ESI), que a su juicio es la “clave” para evitar que se reiteren esta clase de delitos.
Sus palabras no pasaron desapercibidas en las redes sociales, donde recibieron una condena prácticamente unánime que la convirtieron en tendencia. Atenta como siempre, la presidenta del Pro, Patricia Bullrich, aprovechó el malestar generalizado para cargar contra el gobierno nacional y la funcionaria, exigiendo su renuncia: “¡El gobierno justifica al que viola! ¡Renuncie, ministra!”, enfatizó Bullrich. Y a continuación parafraseó las palabras de la ministra en los términos de las críticas que había recibido en las redes sociales. “Ella es tu hermana, tu vecina, tu madre, tu hija, tu amiga, tu compañera de trabajo. La drogaron y la violaron entre seis cobardes. Millones de jóvenes estudian, trabajan y generan relaciones de amor y respeto. Pero no: ¡El gobierno justifica al que viola! ¡Renuncie, ministra!”.
Tal como afirmó un viejo político allegado al presidente Alberto Fernández, “Gómez Alcorta tiene menos calle que Venecia”. Efectivamente, cualquiera que tenga un mínimo contacto con el territorio sabe del temor que está instalado en la sociedad ante este tipo de hechos que se reproducen constantemente sin que se implementen políticas efectivas a nivel de las distintas instancias estatales y judiciales. Gómez Alcorta dio una respuesta de biblioteca, totalmente extraña al sentimiento de la sociedad.
“Se la dejó picando a Bullrich”, completó el veterano político.
Otro al que no le fue nada bien fue al periodista Flavio Azzaro, quien respondió desde el machismo más puro y rancio, acusando a la víctima.
“Le puede pasar a alguien que una persona quiera algo y después se arrepienta de algo, durante o después. Supongamos que la chica en algún momento quiso tener sexo con alguno de ellos”, planteó. Y cuando se le respondió que en esa situación la chica no estaba en capacidad de dar su consentimiento, sentenció: “Ellos (por los agresores) pueden decir lo mismo, que estaban drogados”.
Gómez Alcorta no sólo debería hacerse cargo de sus declaraciones, sino de la absoluta ineficacia de la cartera que conduce, que todavía sigue gastando sus millonarias partidas en sueldos, contratos y viáticos, y en la organización de paneles y cursos. Pero de resultados concretos, nada.
*Fuente: REALPOLITIK
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