Cualquier desprevenido que haya visto la foto que difundió el obispado de Mar del Plata se habrá sorprendido por la concordia que se veía: referentes de todas las fuerzas políticas compartieron un retiro espiritual junto a Gabriel Mestre. La imagen rompe con el clima habitual de enojos, chicanas y peleas que priman en la política, no sólo de “La Feliz”, sino de todo el país.
El intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, sigue profundizando la duda sobre su candidatura en busca de la reelección. Lo que sus colaboradores y él repiten en privado lo hizo público en una entrevista con Canal 8: “No tengo ni tiempo de pensar en eso, no es el momento. Ningún vecino me pregunta por eso”.
En cambio, busca robustecer algunos puntales de su discurso político. Por caso, ante una nueva toma en reclamo de tierras para construir viviendas, el jefe comunal decidió denunciar a los ocupantes y exigirle a la Justicia que ordene el desalojo de los terrenos en el barrio Las Heras.
Como suele ocurrir, la segunda toma no tuvo el impacto de la primera (hace apenas 6 meses), pero el Ejecutivo siguió el mismo libreto: censo a las familias que ocuparon las tierras, denuncia penal, audiencias de mediación fallidas y reclamo por el desalojo.
El intendente no confrontó con otros sectores políticos. Pero el senador bonaerense Alejandro Rabinovich (uno de sus hombres de más confianza) pegó por los dos: acusó a los Gobiernos provinciales y nacionales de organizar las tomas para “generar caos en Mar del Plata”.
Desde el Frente de Todos le respondieron y le pidieron que deje de ser un comentarista de la realidad “y se ponga a trabajar” para “hacer realidad el sueño de la casa propia a personas desamparadas por la falta de gestión local”.
El espacio que lidera Fernanda Raverta planteó que hay una cuestión de fondo que el intendente y su equipo eligen no abordar: la falta de viviendas. Le apuntaron a la falta de “voluntad y capacidad” de Montenegro para resolver la cuestión. Desde Acción Marplatense, en tanto, le pidieron “abandonar el ejercicio demagógico del populismo penal”. “Hacer las cosas es más eficaz”, agregó Martín Aiello.
Otro capítulo de cruces lo protagonizó Fernando Muro, el concejal del PRO más cercano a Montenegro. Respondió a una información que indicaba que Mar del Plata había sido la ciudad con mayor cantidad de comercios en infracción, según un relevamiento del Ministerio de Trabajo.
Las fotos más agradables llegaron el viernes y el sábado, cuando se desarrolló con éxito el primer festival de la Cerveza Artesanal en Mar del Plata. El Ente Municipal de Turismo municipal reportó que 110 mil personas disfrutaron durante los dos días y el Gobierno de Montenegro celebró un nuevo evento para la ciudad.
La amplia convocatoria sirvió también para que Horacio Rodríguez Larreta se muestre en la ciudad una vez más. Montenegro, que por ahora no se pronunció en apoyo a ninguno de los candidatos a Presidente y gobernador del PRO, no estuvo este miércoles durante el acto que organizó Gustavo Jara (subsecretario de Seguridad y hombre fuerte de Patricia Bullrich en Mar del Plata) con la presencia de Joaquín De la Torre, uno de los precandidatos a gobernador.
“Pero fue solo por temas de agenda”, dijeron desde el entorno del intendente y aclararon que el ex funcionario de María Eugenia Vidal estuvo desayunando durante más de una hora y media con Rabinovich.
La alegría que generó el éxito del festival se opacó cuando el INdEC dio a conocer las cifras del desempleo. Mar del Plata, que había logrado escaparle a los primeros puestos en los últimos rankings que se dieron a conocer, volvió a una vieja costumbre que todos esperaban haber dejado atrás: con 8,8 por ciento es la ciudad con mayor desempleo de la Argentina.