El mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se reunió con el presidente Alberto Fernández -quién fue ridiculizado públicamente- e ironizó sobre la deplorable situación económica en Argentina. Durante el encuentro que mantuvieron en Brasilia, el jefe de Estado del territorio vecino se burló: “Es un compañero que llegó bastante aprensivo y creo que va a volver más tranquilo. Es verdad, sin dinero, pero con mucha disposición política para encontrar una salida”.
La reunión estuvo agendada a los apuros, en un momento de máxima crisis en Argentina. El objetivo de Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, era viajar a Brasil para reunirse en persona y apurar el acuerdo comercial que empezaron a planificar en enero para sacar al dólar como moneda de intercambio entre los exportadores de ambos países.
El plan de Massa perjudicaría fuertemente a los brasileños, pero Lula está tan desesperado por un aliado en la región que por ahí acepta. El ministro argentino quiere que los exportadores brasileños acepten pesos argentinos en vez de dólares cuando le venden al país.
De la misma manera, los exportadores argentinos deberían aceptar reales cuando le venden a Brasil. Pero tras 4 años de un prolífico Gobierno de Jair Messías Bolsonaro, donde eliminó completamente la inflación en el país, y tras 4 años de despilfarros de Alberto Fernández, la moneda brasileña vale muchísimo más que el peso argentino, por lo que este tipo de cambio beneficiaría inmensamente al país.
Además, beneficiaría a la posición de absoluta falta de reservas del Banco Central Argentino, que desde 2003 se colocó en la imposible posición de encauzar todos los dólares que entran al país y repartirlos internamente, generando un balance muy negativo para las reservas centrales en tiempos de crisis.
Tras el viaje relámpago por Brasilia, tanto Alberto como Massa se volvieron con las manos vacías, “sin una moneda”, como se burló Lula, quien sabe que el kirchnerismo se va en diciembre y ya está pensando en qué tipos de acuerdos va a hacer con el nuevo Gobierno. El “superministro” se reunió con su par brasileño Fernando Haddad, y con el vicepresidente Geraldo Alckmin, para tratar de concretar un anuncio para hacer ese mismo día, pero sin suerte para la gestión nacional.
Lo único que logró fue el compromiso de seguir debatiendo el tema. La semana que viene Massa y su equipo negociador, integrado por Lisandro Cleri y Leonardo Madcur, se volverán a reunir con Haddad, Alckmin, y Gabriel Galipolo, secretario de Hacienda de Brasil, en una reunión con empresarios de los 2 países que podría concretarse en San Pablo en la poderosa federación industrial paulista Fiesp.
Massa está preparando esto como un plan de contingencia, en caso que el FMI no acepte el pedido de anticiparle los desembolsos a la Argentina. Esto dejaría al Banco Central virtualmente quebrado y más temprano que tarde, no le quedará otra opción a la entidad monetaria que empezar a usar los depósitos de la gente para no quebrar.