No es casualidad que, durante los tres años de gestión del presidente Alberto Fernández, las visitas de Marcelo Tinelli a la Casa Rosada fueran al menos cinco. Así se desprende del Registro Único de Audiencias del ministerio del Interior de la Nación, al que se puede acceder a través de un simple click vía página web oficial y que busca aportar un manto de claridad a las reuniones que se mantienen puertas adentro de la casa de gobierno.
La primera de ellas ocurrió el 20 de diciembre de 2019, para la foto de la fracasada “agenda contra el hambre”, de la que participaron otras celebridades y militantes de organizaciones sociales y los derechos humanos.
Entonces, la decadente postal generó una profunda indignación por contraponerse a la miseria en la que la política sumergió al país: en las pantallas de televisión se observaba el arribo de un puñado de autos de alta gama, propiedad de empresarios beneficiados con los recursos estatales que venían a salvar a los argentinos de la miseria. Algo que, como era de esperar, nunca ocurrió.
Otras reuniones, en cambio, tuvieron por objetivo simplemente conversar con Fernández en pleno confinamiento por la pandemia. Ocurrió, por ejemplo, el 19 de octubre de 2020, cuando Tinelli se reunió en calidad de presidente de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) con el objetivo de analizar el desarrollo de una agenda deportiva de cara al confinamiento.
Sin embargo, las visitas que despertaron la atención fueron otras tres, en las que el conductor se presentó en calidad de “empresario”, aunque aduciendo intereses “colectivos”. Una de ellas fue del 23 de abril de 2021. La otra, el 4 de junio de 2021, donde Tinelli se presentó en representación de su productora, Laflia Contenidos SA.
No obstante, el encuentro que acaparó todas las miradas tuvo lugar el 20 de octubre de 2022, cuando Tinelli pidió reunirse con el médico Juan Manuel Castelli, quien ocupa el cargo de subsecretario de Estrategias Sanitarias de la Nación.
Según quedo plasmado en la agenda la reunión, el interés invocado en la misma resulta “difuso”. Aunque más lo es el motivo del encuentro: “Hablar sobre cómo dejar bien parado al gobierno con los medios”. Sin dudas, las motivaciones del conductor televisivo, devenido en operador mediático del gobierno, dejan poco lugar a la imaginación.
Finalmente, párrafo aparte merece el encargado de manejar la agenda pública del ministerio de Salud, quien recurrió a un insólito sincericidio al momento de completar la solicitud, ya sea por no comprender las motivaciones de ambos participantes o, quizás, por comprenderlas suficientemente bien.
*Fuente: REALPOLITIK