Todavía con la calma de no tener que enfrentar una interna como sí sucede en otros espacios, Axel Kicillof ya puso en marcha la campaña para lograr la reelección. Como en las PASO no tendrá contrincante de su misma fuerza política, llegará con más aire a octubre y, naturalmente, sin el desgaste que conlleva dirimir posiciones en las urnas.
En ese marco, días después del caótico cierre de listas en Unión por la Patria, el oficialismo puso manos a la obra pensando primero en el próximo 13 de agosto, pero también en las Generales. De esta forma, actualmente la discusión pasa por la estrategia que se utilizará para buscar capitalizar lo más posible los cuatro años de gestión del gobernador.
Para ello, Kicillof reunió a la tropa y mantuvo un encuentro con jefes comunales peronistas de la provincia de Buenos Aires. El objetivo, claro, fue bajar un discurso y los principales lineamientos que se llevarán a cabo en la campaña, además de pedirles el acompañamiento en cada de uno de sus distritos para que exista un fuerte empuje de abajo hacia arriba.
Pero, además, el mandatario también encabezó un cónclave con precandidatos a intendente de ciudades que hoy están en manos de la oposición. En este caso, el trabajo será mayor, debido a que en algunos casos el peronismo buscará recuperar bastiones perdidos y, en otros, intentará ganar municipios que le fueron históricamente esquivos.
Los trascendidos y las declaraciones luego de la tertulia justicialista, indicaron que la cita tuvo como propósito principal unificar los discursos para que, de esta forma, se puedan refrendar los “logros” de la gestión en estos 4 años. Asimismo, indicaron cuáles serían esos mismos hechos que deberían resaltar para apoyar a Kicillof y que así pueda renovar su mandato.
Una vez que se pudieron acomodar esos parámetros, se dio paso a la primera reunión de peso en la que, además del gobernador, estuvo el presidente del Partido Justicialista bonaerense Máximo Kirchner, junto a alcaldes y dirigentes de la Primera y Tercera Sección Electoral, que cuenta con distritos con mayor caudal de voto peronista, por lo que ambas terminan siendo fundamentales para el conteo general.
En el cónclave se llegó a un acuerdo de coordinar la campaña a través de una mesa, evitando que las decisiones pasen por un jefe como suele hacerse tradicionalmente. Estos encuentros se llevarán a cabo periódicamente y participarán además de los jefes comunales, también algunos funcionarios para ir ajustando la sintonía fina a medida que avanzan los días.
Quienes participaron fueron los intendentes de La Matanza, Fernando Espinoza; Avellaneda, Jorge Ferraresi; y Merlo, Gustavo Menéndez. Pero, también estuvieron Gabriel Katopodis que circunstancialmente ocupa el sillón de ministro de Obras Públicas de la Nación, pero su construcción territorial está en San Martín, el jefe de Gabinete con base en Lomas de Zamora, Martín Insaurralde y el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés “Cuervo” Larroque.
Con este panorama y tras juntar a su tropa, comienza el largo camino a la reelección. Si bien desde el oficialismo son positivos y optimistas, no quieren dejar ningún cabo suelto para no entrar en un riesgo que, actualmente pareciera no existir debido a que las figuras de Juntos por el Cambio todavía no pudieron acercarse al número que mide Kicillof.