Este martes, Alberto Fernández convocó a varios gobernadores provinciales para que lo acompañen en la presentación formal contra varios miembros de la Corte Suprema, incluyendo al presidente, Horacio Rosatti. Si bien la mayoría de los presentes firmaron el acuerdo, no todos coincidieron en los fundamentos del Jefe de Estado y, por ello, no acompañaron la solicitud.
Este fue el caso del gobernador entrerriano, Gustavo Bordet, quien horas después de publicarse el comunicado con la firma de 12 jefes provinciales, salió a despegarse de Alberto Fernández y explicó que, si bien se presentó a la reunión para apoyar al Presidente, no apoyó la petición.
Bordet redujo la utilización de su nombre a un posible “error”, en cambio desde la Casa de Gobierno no admitieron tal error y señalaron: “Él habló con el Presidente antes de que empezara la reunión y le dijo que acompañaba, y estuvo presente toda la reunión por Zoom, donde se decidió la firma, y nunca dijo que no firmaba. Ahí quedaron que los que no estaban ahí la mandaban digital. Tampoco ahí dijo que él no”, dijeron desde el entorno de Fernández.
También surgieron dudas en cuanto al apoyo del gobernador de Chubut, Marcelo Arcioli, que se encuentra fuera del país y no asistió a la reunión. Aunque el vicegobernador sí se hizo presente virtualmente. No obstante, al igual que Bordet, el medio Infobae constató que Sastre no apoyó la medida y que sólo presenció la reunión en apoyo al Primer Mandatario. Fuentes de la gobernación de Chubut afirmaron que sí apoyarán la medida.
Con la firma del gobernador de Chubut en duda, y con la de Bordet anulada, la cantidad de jefes provinciales que apoyaron la medida serían 11, lejos de la cantidad convocada por Alberto Fernández. Además, la principal motivación de la convocatoria era mostrar unido a Nación para arremeter contra Ciudad, pero con las baja de Bordet se volvió a derrumbar el sueño del Presidente.