El proceso de designaciones en el Estado —antes de cada elección— se convirtió en un clásico del mundillo político: Entre Ríos no es una excepción. Con más de 50 nombramientos, el gobierno de esa provincia creó un refugio para el oficialismo en un desesperado intento por consolidar su poder antes del proceso electoral que definirá al nuevo gobernador.
Estos nombramientos fueron orquestados por Laura Stratta, actual vicegobernadora y candidata a diputada provincial. Sin embargo, el verdadero artífice detrás de estas designaciones es Roberto Carlos Cabezas, secretario coordinador del Senado y hombre de confianza de Stratta. Cabezas es una figura controvertida en la provincia debido a su previo involucramiento en un escándalo de malversación de fondos mientras se desempeñaba como funcionario en el ministerio de Desarrollo Social, que en ese momento estaba a cargo de Stratta.
Entre los nombramientos resonó el de Franco Tomás, hijo del candidato a gobernador kirchnerista, “Beto” Bahl. Franco fue incorporado en planta permanente en la Legislatura provincial con un salario de $650 mil. Además, otros miembros de la familia Bahl, tales como la sobrina y los suegros del candidato a gobernador, que también obtuvieron empleo en el Senado provincial.
Otros casos que han llamado la atención incluyen a los senadores Juan Carlos Kloss y Amilcar René Genre Bert, quienes fueron nombrados poco antes de finalizar sus mandatos y continuarán percibiendo salarios sustanciales del Senado provincial una vez que dejen sus cargos legislativos.
El “plan retirada” también benefició a funcionarios actuales del gobernador Bordet, como Franco Ferrari, Marcel Brusco y Luis Alfonso Erbes. Además, el ex ministro de Cultura y Comunicación, Pedro Báez, condenado en 2022 en el marco del juicio contra el ex gobernador Sergio Urribarri, ha recibido una jubilación de privilegio de $2,121,790.