La interna política del gobierno de Javier Milei tuvo una escalada internacional. Karina Milei, hermana y secretaria general de la Presidencia, protagonizó un encuentro de urgencia con el embajador de Francia en Argentina, Romain Nadal, en un intento por “neutralizar” las declaraciones de la vicepresidenta Victoria Villarruel.
Todo comenzó cuando Villarruel, a través de su cuenta en la red social X, expresó su apoyo al futbolista Enzo Fernández y criticó duramente a Francia. “Ningún país colonialista nos va a amedrentar por una canción de cancha ni por decir las verdades que no se quieren admitir. Basta de simular indignación, hipócritas. Enzo, yo te banco, Messi, gracias por todo. ¡Argentinos siempre con la frente alta! ¡Viva la Argentinidad!”, manifestó la vicepresidenta, en referencia a los cánticos de la selección argentina.
Estas declaraciones llegaron a pocos días de que el presidente Javier Milei viaje a París para asistir a la inauguración de los Juegos Olímpicos, y provocaron un malestar considerable en la sociedad francesa. Ante la posibilidad de un conflicto diplomático, Karina Milei tomó la iniciativa y se reunió con Nadal para pedir disculpas oficiales.
Según fuentes de la Casa Rosada, el encuentro duró más de media hora, durante el cual Karina Milei se esforzó en dejar claro que las opiniones de Villarruel no representan la postura del gobierno argentino. “Fue una gestión de urgencia y reservada que buscó neutralizar los efectos negativos de una declaración polémica”, comentó un colaborador del presidente.
La reunión no pasó desapercibida en el ámbito político nacional. La relación entre Javier Milei y Victoria Villarruel fue objeto de escrutinio debido a las tensiones y diferencias que han surgido en los últimos meses. Desde la negativa de Villarruel a apoyar ascensos militares impulsados por el Ministerio de Defensa, hasta su ausencia en eventos clave y ahora esta controversia internacional, los roces se han vuelto más evidentes.
“No estuvo bien. Karina se tuvo que juntar de urgencia con el embajador de Francia para desactivar el conflicto que generó Victoria Villarruel. Pudo solucionarlo”, afirmaron fuentes oficiales.
El episodio también puso de relieve la frágil dinámica entre las principales figuras del gobierno: A pesar de que tanto en público como en privado se adoptó la postura de que los comentarios de Villarruel fueron “desafortunados”, las tensiones internas persisten. Diana Mondino, la canciller, no participó en la reunión con Nadal —una decisión que algunos interpretan como una muestra de la falta de cohesión dentro del equipo de gobierno—.
La vicepresidenta, quien no tiene despacho en la Casa Rosada y opera desde el Senado, ha mantenido una relación distante con otros miembros clave del gobierno. Su cercanía con el ex presidente Mauricio Macri también generó suspicacias.