Cuando todavía restan varios ítems por definir (sobre todo quién será el candidato presidencial), Axel Kicillof despejó algunas de las dudas electorales y a través de un decreto, confirmó que las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias en la provincia de Buenos Aires se celebrarán el 13 de agosto, el mismo día que se votará a nivel nacional.
De esta manera, el gobernador quedará atado a lo que suceda más arriba, por lo menos en las PASO, aunque ello pueda influir en su propia performance en las urnas. Una primera lectura posibles es marcar la cancha para que intentar que en territorio bonaerense no exista una interna dentro del Frente de Todos, que lo tendrá a Kicillof, por ahora, como único candidato.
Si bien aún persiste la incertidumbre sobre la posición que adoptarán tanto Cristina Fernández de Kirchner como Alberto Fernández, el Plan K que lo ubicaba como un posible postulante a Axel se fue disipando con el correr de las semanas. Es que, más bien, esa posibilidad era una aspiración de sector que buscaba ocupar su lugar y que tenga una salida hacia arriba.
Un detalle no menor es que, la medida que fue publicada en el Boletín Oficial, solamente hace referencia a las Primarias, echando por tierra la posibilidad de desdoblar los comicios. Sin embargo, no hay detalles con respecto a las Generales del mes de octubre, por lo que el mandatario provincia se queda con una carta más para jugarla más adelante.
De este modo, con cerca de 13 millones de personas habilitadas para acudir a las urnas, se elegirán gobernador y vicegobernador, 23 senadores provinciales titulares y dieciséis suplentes, 46 diputados provinciales titulares y 28 suplentes, 135 intendentes, 1.097 concejales titulares y 706 suplentes.
Seguramente los resultados de agosto y la brecha que pueda llegar a existir entre el candidato presidencial y el gobernador, llevará a tomar una resolución más drástica. Si la diferencia es amplia y, sobre todo, si existiera un alto porcentaje de corte de boleta en el cuerpo nacional, la inclinación será otra y probablemente la votación varíe de día.
Pero, además, al evitar el desdoblamiento, Kicillof también se evitó un dolor de cabeza debido a que, por la ley vigente, debería pasar por la Legislatura para que se apruebe el cambio de fecha. De esta forma, sorteó las negociaciones con Juntos por el Cambio y el resto de los bloques, debido a que el oficialismo no tiene el número necesario para certificar los proyectos sin acuerdo con la oposición.
En esa misma línea, desde el Gobierno provincial recordaron que las elecciones primarias y las generales “son 2 actos comiciales independientes” y, por lo tanto, “los plazos para realizar las respectivas convocatorias surgen de distintas leyes”. Es por ello que, pensando en octubre y según el panorama favorable o desfavorable, la situación puede modificarse.
Lógicamente también dependerá de los acuerdos hacia el seno de la propia estructura del Frente de Todos y la estrategia que se implemente, teniendo en cuenta que el territorio bonaerense represente el distrito más importante representando al 38 por ciento del padrón electoral nacional, por lo que podría necesitarse la tracción y el empuje que pueda propiciar Kicillof en su camino a la reelección.
A pesar de las encuestas que lo vaticinan como un casi seguro ganador, desde el entorno del gobernador intentan mantener la calma y miran de reojo a un sector político que puede ser clave para inclinar la balanza. Teniendo en cuenta que no hay segunda vuelta en la provincia, el oficialismo apuesta a que los liberales presenten su propio candidato.
Para el FdT podría ser favorable que Avanza Libertad imponga una figura fuerte que pueda arrastrar votos de la derecha y así quitárselos a Juntos por el Cambio. De esta forma, al no existir ballotage, el triunfo sería menos cuesta arriba, aunque también podría significar un escenario complicado en la Legislatura que hasta podría estar divida en tercios.