Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Ut elit tellus, luctus nec ullamcorper mattis, pulvinar dapibus leo.
La postura del Gobierno incomoda cada vez más al sector productivo. “No se descarta una suba de retenciones”, amenazó la vicejefe de Gabinete, Cecilia Todesca. De esta manera, el campo volvió a encender las alarmas.
La tranquilidad del sector es nula. Justamente saben y conocen las actitudes de quienes ahora comandan el país. Por eso advirtieron que podría venirse una “nueva 125”.
Según señaló La Política Online, desde la Rosada se afirma que las declaraciones son parte de un “sondeo” para medir el ánimo del campo y de la sociedad frente a la posible implementación de la suba. Como era de esperarse, fueron recibidas negativamente por los sectores productivos de la sociedad.
¿Qué dijo el campo?
“Se sabe que no hay paciencia en el campo para tolerar estas medidas kirchneristas de manejo de mercados (…) El alto valor de los alimentos es en gran parte por los impuestos. El problema en la Argentina es el Estado. La solución a los problemas no es poniendo más impuestos a los productores. Sería un error del Gobierno si lo hace”, mencionó el presidente de CARBAP, Matías de Velazco.
Desde Coninagro, Carlos Iannizzotto se sumó a las declaraciones expresando que “las retenciones desalientan la producción y reducen las inversiones en el sector; sería una muy mala señal”.
Por su parte, el presidente de Federación Agraria, Carlos Achetoni señaló que “se trata de una receta ya probada que no dio resultados y que generó un amplio rechazo entre los productores. Todesca debería revisar la historia para no cometer los mismos errores. Si el Gobierno quiere preservar el acceso a los alimentos en las góndolas, debe valerse de la Defensa de la Competencia, para ver dónde están los que ganan siempre, que o somos nosotros, o también revisar la enorme carga impositiva”.
Unite a nuestro grupo de Telegram, donde te compartimos las noticias más importantes.
La campaña de la izquierda en su totalidad ya no sorprende a nadie. La estrategia repite la fórmula de siempre: populismo, clientelismo y manipulación de los sectores más vulnerables. Esta vez, el escándalo surgió a partir de una escena grotesca: punteros políticos usaron a ciudadanos bolivianos para hacer proselitismo en barrios carenciados de la Ciudad de Buenos Aires. Ramiro Marra, dirigente liberal y candidato a legislador por la UCeDé, no se contuvo y lanzó una acusación explosiva: “Llenaron las villas de inmigrantes ilegales para mantenerse en el poder”.
El mensaje apareció en su cuenta de X, acompañado por imágenes que mostraron a militantes de agrupaciones de izquierda en su eterno y arcaico reparto de volantes en asentamientos y villas, mientras alentaban a comunidades extranjeras a sumarse a la campaña. Marra, con su estilo frontal y directo, disparó:
“Mientras los argentinos se rompen el lomo para llegar a fin de mes, la izquierda usa a los extranjeros ilegales como maquinaria electoral. Les regalaron viviendas, planes y documentos para que les devuelvan favores en las urnas”.
La denuncia no es nueva, pero sí cada vez más al hueso. El ex candidato a jefe de Gobierno desde hace tiempo levanta la voz de alerta sobre el sistema de prebendas y asistencialismo sostenido con fondos públicos en las villas de CABA. En esta oportunidad, sumó una nueva cuestión: la migración masiva e irregular, que afecta el acceso a la salud, la vivienda, la educación y la seguridad.
“Esto no es xenofobia, es sentido común”, afirmó en declaraciones radiales. “La Argentina debe elegir: o defiende la ciudadanía o se convierte en una villa miseria multicultural gobernada por punteros”.
Desde el oficialismo respondieron con tibieza. Algunos dirigentes intentaron calificarlo de “discriminador”, otros lo acusaron de “facho”. Pero en las redes sociales, el respaldo a Marra se multiplicó. Muchos usuarios compartieron testimonios desde el conurbano y otras zonas críticas, donde hospitales colapsan y los servicios públicos ya no dan abasto, mientras los beneficios sociales parecen orientarse hacia quienes ni siquiera cuentan con documentación legal.
El debate “¿campaña o clientelismo?” incomoda pero ya no se puede hacer la vista gorda. ¿Un extranjero sin residencia debe recibir más ayuda estatal que un argentino que aportó toda su vida? ¿El Estado puede permitir que partidos políticos operen impunemente en villas a cambio de votos?
Marra fue claro: “No es casual que aparezcan más bolivianos en las campañas que en las embajadas. Esto no es integración, es uso político de la pobreza importada”.
Desde el kirchnerismo reina el silencio. Vanina Biasi recorre sonriente los barrios como si nada ocurriera. Detrás del discurso inclusivo, se oculta una maquinaria que no integra: administra la pobreza para convertirla en poder electoral.
Ramiro Marra —candidato a diputado por la Ciudad de Buenos Aires— presentó lo que definió como “la reforma estructural más ambiciosa de la historia porteña”. El proyecto replica, puertas adentro de la Capital, la lógica de ajustes aplicada a nivel nacional: reducir de 60 a 30 el número de legisladores, suprimir las quince comunas y recortar drásticamente los presupuestos de organismos que, según el libertario, “el Gobierno porteño usa para mantener gastos superfluos”.
Marra aseguró que el Consejo Económico y Social (CESBA), el Consejo de Planeamiento Estratégico (COPE), el Ente de Turismo y la Defensoría del Pueblo encabezan un listado de dependencias que “pueden funcionar con la mitad —o menos— de los recursos actuales”. La reducción alcanzaría también al Banco de la Ciudad y a otros entes autárquicos cuyo financiamiento, sostiene, “se paga con impuestos que asfixian al vecino, como el ABL o las patentes”.
“La motosierra funcionó muy bien a nivel nacional. Es momento de traer una aplanadora para hacer la reforma estructural más ambiciosa de la historia de la Ciudad de Buenos Aires”, afirmó, invocando el símbolo con el que el oficialismo libertario promocionó sus recortes en el plano federal. En la misma línea, calificó a las comunas —creadas en 2005 para descentralizar la administración— como “aguantadero para buscas de la política” y anunció su intención de disolverlas. “Basta de comunas; los comuneros no tienen funciones definidas, son buscas que cobran un excelente sueldo”, lanzó.
El esquema propuesto se fundamenta en una premisa: disminuir los cargos políticos y la burocracia para bajar impuestos. Marra insiste en que la mitad de los proyectos que se discuten hoy en la Legislatura “no generan un beneficio real” y que una cámara reducida evitaría “iniciativas irrelevantes” y agilizaría la labor parlamentaria.
Aunque la iniciativa todavía no ingresó formalmente como proyecto de ley, ya encendió el debate puertas adentro de la Legislatura. Voceros del oficialismo porteño señalan que la Ciudad cuenta con mecanismos de control y participación que “no deben desmantelarse sin antes garantizar instancias alternativas de representación”. El bloque libertario, por su parte, sostiene que la recaudación actual “puede alcanzar para mejorar servicios esenciales” si se limita el gasto político.
En un contexto de ajuste nacional y tensión fiscal, la propuesta de Marra invita a reabrir la discusión sobre el tamaño del Estado capitalino. El candidato confía en que su “aplanadora” sumará adhesiones entre los contribuyentes que sienten el peso de la carga impositiva. Quedará por ver si el resto del arco político acompaña un recorte que, de concretarse, modificaría de raíz la arquitectura institucional de Buenos Aires.
El actual legislador porteño (y co-fundador de LLA) busca renovar su banca bajo el sello de la Unión del Centro Democrático (UCEDE), y viene posicionándose como un candidato enfocado en presentar soluciones concretas para los desafíos de la Ciudad de Buenos Aires.
A diferencia de otros postulantes de espacios que también se referencian en el liberalismo –como es el caso de Manuel Adorni, quien finalizó su campaña sin dar a conocer propuestas detalladas para el distrito (como puede leerse aquí) Marra ha desplegado una campaña centrada en la elaboración y difusión de iniciativas específicas para cada área de gestión, acompañado en su espacio por dirigentes jóvenes.
¿Cuáles son las principales propuestas de Ramiro Marra para la Ciudad?
En materia de seguridad, uno de los ejes centrales de su plataforma, el legislador propone fortalecer la lucha contra el delito modificando el Código Contravencional para sancionar de manera más efectiva a quienes alteran el orden en el espacio público, incluyendo acciones decididas contra los “trapitos”, o como también ha popularizado, la expresión los “fisuras”. Además plantea una estrategia firme para recuperar la seguridad en las villas, buscando poner fin a las “usurpaciones”, y mejorando la vigilancia con tecnología para garantizar la tranquilidad de los vecinos.
Por otra parte, el compromiso con la reducción del gasto público y la carga impositiva también se refleja en sus propuestas, a tono con el último logro de Marra (junto a Eugenio Casielles y al también candidato Yamil Santoro) de obtener una fuerte reducción del gasto público en el presupuesto de 2025. En este tópico, plantea medidas para impulsar a las PyMEs con beneficios impositivos y crediticios, y propone una reforma significativa de la estructura estatal en la Ciudad: reducir la cantidad de legisladores de 60 a 30 y suprimir las Comunas, esto con el objetivo directo de generar un ahorro que se traduzca en una menor presión fiscal para los contribuyentes porteños, una iniciativa que busca modernizar y agilizar la gestión pública. Además, cuenta con propuestas para facilitar el acceso a la vivienda para jóvenes y posibles exenciones de ABL.
Sus propuestas en educación apuntan a una mayor transparencia y a resolver problemas estructurales. Impulsa que se informe claramente a los ciudadanos sobre el financiamiento de las escuelas y los subsidios que reciben, para que los padres puedan tomar mejores decisiones sobre la formación de niños y jóvenes. Además, busca soluciones para la escasez de maestros (como becas y figuras de “maestros itinerantes”) y propone una educación alineada con las demandas actuales del mundo moderno, sin dejar de lado la atención a la salud mental adolescente.
En el ámbito de la salud pública de la Ciudad, Marra ha planteado una propuesta específica que busca optimizar los recursos: presentar un proyecto para cobrar la atención en hospitales públicos porteños a los residentes de la Provincia de Buenos Aires, argumentando que un porcentaje importante de quienes utilizan el sistema no residen en CABA, y que los recursos deben priorizar a quienes contribuyen con sus impuestos en el distrito. Se obligará al gobierno provincial a que abone los gastos.
Conclusiones
En definitiva, Ramiro Marra ha presentado una completa plataforma de propuestas concretas que abordan las problemáticas urgentes de la Ciudad, que se sumarían a los 61 proyectos redactados por el legislador y los 144 co-firmados por él en su período 2021-2025. Su campaña, caracterizada por la cercanía con los vecinos a través del recorrido por los 48 barrios y la difusión de sus ideas en videos junto a su perro rescatado Amico Estóico (¡muy popular en Instagram!), buscó generar un vínculo directo con el electorado porteño. Con un claro posicionamiento ideológico en la “batalla cultural” contra el kirchnerismo, Marra ofrece una opción que se diferencia por su énfasis en propuestas detalladas y un compromiso con la transformación de Buenos Aires, buscando representar a quienes aspiran a un cambio con eje en la libertad y el orden. Estará en los votantes elegir si las propuestas detalladas los representan.
A un año de la multitudinaria Marcha Federal Universitaria del 23 de abril de 2024 -que reunió a estudiantes, docentes y autoridades en defensa de la universidad pública-, la Universidad de Buenos Aires (UBA) enfrenta una fuerte controversia: la institución utiliza sus redes sociales para hacer campaña a favor de Lucille “Lula” Levy, actual candidata a legisladora porteña por el espacio Evolución.
Levy, consejera superior de la UBA, expresidenta de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) y referente estudiantil en la facultad de Ciencias Económicas, es impulsada políticamente por Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) y vicerrector de la UBA, respectivamente. En ese marco, diversos posteos recientes publicados desde las cuentas oficiales de la universidad (especialmente en X, Instagram y Facebook) despertaron sospechas respecto a un alineamiento institucional con su campaña electoral.
Los mensajes difundidos por la UBA en las últimas semanas -bajo la consigna “Cuidemos lo que nos sirve”- combinan un tono reivindicativo en defensa de la universidad pública con referencias explícitas a figuras como Levy, quien aparece destacada como emblema de la lucha presupuestaria y la defensa del sistema universitario. Si bien los contenidos no mencionan directamente su candidatura, la cercanía temporal con el proceso electoral y la insistencia con la que se visibiliza su figura generaron críticas por parte de sectores que reclaman una clara separación entre el rol institucional y el partidario.
Además de su visibilidad en redes, Levy percibe un salario mensual de aproximadamente 900 mil pesos de la UBA. La información alimenta aún más las críticas sobre el uso de recursos públicos para apuntalar una campaña electoral desde el interior mismo de la estructura universitaria.
El periodista y analista político ÁlvaroZicarelli sostuvo que estas elecciones legislativas del 18 de mayo “no tienen por qué debatir el modelo argentino”, sino el “modelo meritocrático” necesario para ocupar bancas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “Somos una provincia que tiene problemas que deben solucionarse también desde lo legislativo”, afirmó.
Fiel a su estilo, cuestionó a los candidatos que “están hablando exclusivamente de Milei” y remarcó que deberían discutirse prioridades porteñas. Elegir representantes que funcionen como “escribanos en forma de legisladores del Gobierno nacional” resulta contraproducente, consideró.
En ese marco, el analista confrontó a Alejandro Kim, el candidato de Guillermo Moreno: “A mí me gustan las propuestas que tiene Marra para la ciudad”. Rechazó la comparación con otros libertarios al considerar que la Legislatura necesita proyectos concretos y no alineamientos automáticos con la Casa Rosada.
Zicarelli reprochó a Kim haber llamado “fisura” a Marra y lo instó a proponer reformas de salud mental: “Si en la ciudad hoy no tenemos una normativa realmente seria e integral en torno a la salud mental, Ramiro, que ya lo planteó”
El politólogo insistió en que los contendientes “traten temas de la ciudad” y “dejen de hablar de Milei, a favor o en contra”. Reiteró que Marra “habló justamente de los temas porteños”, por lo que concluyó: “Háblenle a la gente de la ciudad y propongan soluciones locales”.
Esta semana, la Cámara de Diputados de la Nación emitió dictamen favorable al proyecto de ley que propone reducir la edad de imputabilidad penal de 16 a 14 años. La iniciativa, impulsada por el oficialismo y respaldada por bloques como el PRO, La Libertad Avanza, la UCR, la Coalición Cívica, Innovación Federal y Democracia para Siempre, obtuvo 77 firmas, más allá de las 73 necesarias para avanzar hacia el tratamiento en el recinto.
El proyecto establece una pena máxima de 15 años de prisión para delitos graves, como homicidio, abuso sexual o secuestro. Sin embargo, prioriza sanciones alternativas, tales como tareas comunitarias, prohibiciones de acercamiento a las víctimas y medidas de reparación del daño causado. Además, se contempla que las penas privativas de libertad no se apliquen en casos de condenas menores a 10 años, siempre que el menor no haya cometido delitos graves.
La propuesta incluye la creación de institutos especializados para menores infractores, en los que se garantizaría su derecho a la educación, atención médica y tratamiento en caso de adicciones. Estos centros deberán contar con personal capacitado en infancia y adolescencia, y se prohíbe la convivencia con detenidos adultos.
Durante el debate, se destacó la necesidad de contar con infraestructura adecuada para la implementación del nuevo régimen. Diputados de la Coalición Cívica y Democracia para Siempre solicitaron que se incluya una cláusula que impida a los fiscales solicitar penas privativas de libertad si la provincia donde ocurrió el delito no cuenta con instalaciones apropiadas para alojar a menores en condiciones dignas.
La diputada Laura Rodríguez Machado, presidente de la Comisión de Legislación Penal, expresó que el dictamen es “un símbolo del trabajo legislativo de consenso que refleja el compromiso de todos los actores políticos y técnicos que estuvieron dispuestos a dialogar para encontrar las mejores soluciones para nuestra sociedad”.
Por otro lado, sectores de la oposición, como Unión por la Patria y el Frente de Izquierda, manifestaron su rechazo al proyecto. La diputada kirchnerista, Vanina Marín,cuestionó la viabilidad de la propuesta: “¿Quién se puede creer que este gobierno va a invertir en construir establecimientos separados y equipos interdisciplinarios para abordar esta problemática? Yo no lo creo. Y no cree ninguno de los diputados que firmó el dictamen de mayoría”.
Especialistas también participaron en el debate. El neurólogo Conrado Estol afirmó que “un adolescente temprano no puede pensar a cinco años”, y destacó la importancia de intervenciones terapéuticas para modificar conductas. La socióloga Silvia Stulchik citó datos de Unicef que indican que solo el 1,7% de los adolescentes detenidos en 2023 eran menores de 16 años, como argumento estadístico en contra de la baja de la edad de imputabilidad. El psiquiatra Andy Blake enfatizó la necesidad de un régimen especial para adolescentes, mientras que la abogada Marcela Angulo advirtió que la propuesta podría violar el principio de no regresividad.
El proyecto original, presentado por los ministros de Seguridad y Defensa, Patricia Bullrich y Luis Petri, proponía bajar la edad de imputabilidad a 13 años. Sin embargo, para alcanzar un consenso, se acordó establecerla en 14 años. El presidente Javier Milei ha manifestado su apoyo a la reforma, e instó al Congreso a una pronta aprobación.
Con el dictamen favorable, el proyecto queda listo para ser tratado en el recinto de la Cámara de Diputados. De aprobarse, Argentina pasaría de tener una de las edades de imputabilidad más altas de América Latina a alinearse con países como Brasil y México, donde la edad mínima es de 12 años.
El candidato a legislador por CABA criticó al Plan Patria Grande del kirchnerismo: “La población de las villas se multiplicó por diez en la última década”.
Javier, tus declaraciones sobre la votación de Ficha Limpia son realmente una alucinación seria. No puedo creer lo poco que me conocés. La desilusión que tengo es infinita https://t.co/iR3szxwz3A